Viajar en avión puede ser, en el mejor de los casos, molesto, con aviones atestados, bebés que lloran, vuelos demorados e impaciencia generalizada.
Agréguese una pandemia, y el nivel de ansiedad se puede elevar rápidamente.
Esto ha provocado enfrentamientos con asistentes de vuelo y otras muestras de conducta revoltosa, incluso con peleas ocasionales que la gente filma y reproduce innumerables veces en las redes sociales.
Las aerolíneas han denunciado unos 3.000 casos de pasajeros revoltosos en lo que va del año, de acuerdo con un vocero de la Administración Federal de Aviación (FAA por sus siglas en inglés), que empezó a llevar las cuentas este año. En unos 2.300 casos, se trató de pasajeros que se negaron a usar mascarillas como ordena la ley federal debido a las normas por el coronavirus.
A lo largo de la última década, la FAA investigó unos 140 casos al año para determinar si correspondían multas u otras sanciones. Este año, eran casi 400 para fines de mayo.
La situación se ha agravado a tal punto que las aerolíneas y los sindicatos de asistentes de vuelo y pilotos enviaron una carta al Departamento de Justicia de Estados Unidos el lunes en la que pidieron tomar más medidas “para disuadir la conducta revoltosa”.
“El gobierno federal debería enviar un mensaje enérgico y coherente a través de la justicia penal de que cumplir la ley federal y acatar la seguridad aérea son de la máxima importancia”, dice la carta, y observa que la ley pena con hasta 20 años de prisión a los pasajeros que intimidan a los tripulantes o interfieren con su labor.
La cámara empresaria Airlines for America dijo en otra carta a la FAA que la “amplia mayoría de los pasajeros” acatan las normas, pero “desgraciadamente vemos que la conducta a bordo se deteriora hasta caer en actos escandalosos como ataques, amenazas e intimidación de tripulantes que interfieren directamente con el cumplimiento de sus deberes y ponen en peligro la seguridad de todos a bordo del avión”.
En enero, la FAA anunció una política de “tolerancia cero” contra la conducta revoltosa en los vuelos. La agencia intenta aplicar multas de 30.000 dólares a más de 50 pasajeros y ha identificado más de 400 casos adicionales para posible aplicación de sanciones.
Las aerolíneas han vedado de sus vuelos a unos 3.000 pasajeros desde el año pasado, y eso no incluye a dos de las más grandes, American y Southwest, que se niegan a dar cifras.
Las aerolíneas han despojado a algunos clientes de los beneficios del viajero frecuente y en algunos casos los pilotos han efectuado aterrizajes no previstos para retirar a los revoltosos del avión. Se ha vuelto habitual que los pilotos y asistentes adviertan a los pasajeros antes del vuelo sobre las normas federales en cuanto a interferir con la labor de las tripulaciones.
¡Conéctate con la Voz de América! Suscríbete a nuestro canal de YouTube y activa las notificaciones; o bien, síguenos en redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.