Las autoridades federales detuvieron a Christopher Chaney, de 35 años, como responsable de la Operación Hackerazzi, que investigaba el sabotaje de las cuentas de correo electrónico de estrellas de Hollywood, según informaron las autoridades de Florida.
Según la acusación, Chaney ingresó en las cuentas de correo de las estrellas den entretenimiento Christina Aguilera y Scarlett Johansson. En particular de esta última divulgó sin autorización fotografías en las que aparecía desnuda.
Sin embargo, el nuevo estilo de paparazzi para espiar a los famosos usando la tecnología, a la cual los investigadores denominan como Hackerazzi, afectó otras celebridades.
De ser hallado culpable, Chaney podría ser sentenciado a más de 120 años de cárcel.
El pirata cibernético fue hallado después de un año de investigación desde que comenzaran los ataques a 50 celebridades.
"Esto ayuda a enviar el mensaje de que la ciberpiratería es una amenaza real", dijo el fiscal federal Andre Birotte, quien agregó que aquellos que incurren en ese delito son una "basura", según cita la agencia The Associated Press.
Chaney se presentó por primera vez en la corte y fue liberado con una fianza de $10.000 dólares. El detenido fue acusado por 26 cargos de robo de identidad, acceso no autorizado a una computadora protegida y espionaje.
Fotografías comprometidas
Entre las más perjudicadas se encuentra la actriz Scarlett Johansson, de quien fueron aireadas unas fotografías desnuda.
De todas formas, Steven Martinez, subdirector del FBI en Los Ángeles, asegura no hay evidencias de que Chaney haya obtenido ganancias por las imágenes que ofreció a sitios y blogs de celebridades.
Pero la actriz no es la única a la que le han robado la intimidad por internet.
A principios de año, las fotos de la estrella colombiana Shakira y el futbolista español Gerard Piqué fueron robadas por un pirata informático, antes de que pudieran comercializar la exclusiva en España.
Aunque también se ha observado este mismo fenómeno a través del espionaje en teléfonos celulares, todos los ladrones coinciden en un objetivo: ir tras las más buscadas de los últimos meses. Pero extrañamente, no obtienen dinero a cambio de ellas, sino que las distribuyen de forma libre en la red.