Funcionarios de la Casa Blanca y del Departamento de Estado fueron advertidos dos horas después del ataque a la misión diplomática estadounidense en Bengasi, Libia, el 11 de septiembre, que un grupo militante islamista se había responsabilizado del ataque, según muestran e-mails o mensajes electrónicos oficiales.
Uno de los mensajes, obtenido por la agencia Reuters de fuentes no relacionadas con las agencias de inteligencia o del Departamento de Estado y que pidieron el anonimato, específicamente menciona que el grupo libio llamado Ansar-al-Sharia se había responsabilizado por el ataque.
Los cortos mensajes muestran cómo los diplomáticos estadounidenses describieron el ataque, incluso mientras éstos se estaban desarrollando.
El embajador de Estados Unidos Christopher Stevens y otros tres estadounidenses perecieron en el ataque en Bengasi, el cual eventualmente fue reconocido por el presidente Barack Obama y otros funcionarios como un ataque “terrorista” realizado por militantes con supuestos nexos a grupos afiliados a al-Qaeda o simpatizantes.
Citando evaluaciones desclasificadas preparadas por la CIA, voceros del gobierno de Obama, incluyendo al vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, mantuvieron durante días que los ataques probablemente habían sido protestas espontáneas en contra de la película antimusulmana.
Aunque los funcionarios mencionaron la posible participación de “extremistas”, no culparon a ningún grupo militante específico o posibles nexos con al-Qaeda o sus afiliados hasta que funcionarios de inteligencia lo dijeron públicamente el 28 de septiembre.
Hubo indicaciones del envolvimiento de extremistas con posibles conexiones con al-Qaeda, pero también hubo evidencias de que los ataques surgieron espontáneamente, dijeron, añadiendo que los expertos querían ser precavidos para no apuntar hacia nadie prematuramente.
Funcionarios de inteligencia estadounidenses han enfatizado desde poco después de los ataques que los reportes de inteligencia sobre el ataque no eran precisos.
El vocero del Departamento de Estado Mark Toner dijo que los mensajes y los reportes que siguieron al ataque “simplemente son indicación adicional de la fluidez de los reportes la noche y los días siguientes”.
Misivas desde Libia
Los registros obtenidos por Reuters consisten en tres mensajes electrónicos despachados por el Centro de Operaciones del Departamento de Estado a múltiples oficinas gubernamentales, incluyendo direcciones en la Casa Blanca, el Pentágono, la comunidad de inteligencia y el FBI, en la tarde del 11 de septiembre.
El primero de los mensajes, enviado a las 4:05 p.m. hora de Washington –o 10:05 p.m. hora de Bengasi, 20 o 30 minutos después del ataque a la misión diplomática, supuestamente comenzaba llevando la línea de tema “Atacada misión diplomática de Estados Unidos en Bengasi y con el apunte “SBU”, que significa Sensible pero desclasificado, en inglés.
En el mensaje se habla de que la misión “está siendo atacada. Embajada en Trípoli reporta que eran aproximadamente 20 atacantes; también se han oído explosiones”.
El mensaje también dice: “Embajador Stevens, quien está en Bengasi, y cuatro… personal están en la casa de seguridad del complejo. La milicia 17 de Febrero está dando seguridad”.
Un segundo mensaje electrónico, titulado “Actualización 1: Misión diplomática de EE.UU. en Bengasi” y enviado a las 4:54 p.m. hora de Washington, dice que la embajada en Trípoli ha reportado “el tiroteo en la misión diplomática en Bengasi se ha acabado y que el complejo ha sido recuperado”. Dice que “un equipo de reacción” estaba en el sitio intentando localizar personal que no se encuentra.
Un tercer email, también marcado SBU y enviado a 6:07 p.m. hora de Washington, llevaba la línea de tema: “Actualización 2: Ansar al-Sharia asume responsabilidad por el ataque en Bengasi”.
El mensaje reportaba “Embajada en Tripoli reporta que el grupo asumió la responsabilidad en Facebook y Twitter y ha hecho llamados a atacar la embajada en Trípoli”.
Expertos en inteligencia advierten que los reportes iniciales desde la escena de cualquier ataque o desastre son, con frecuencia, inexactos.
Uno de los mensajes, obtenido por la agencia Reuters de fuentes no relacionadas con las agencias de inteligencia o del Departamento de Estado y que pidieron el anonimato, específicamente menciona que el grupo libio llamado Ansar-al-Sharia se había responsabilizado por el ataque.
Los cortos mensajes muestran cómo los diplomáticos estadounidenses describieron el ataque, incluso mientras éstos se estaban desarrollando.
El embajador de Estados Unidos Christopher Stevens y otros tres estadounidenses perecieron en el ataque en Bengasi, el cual eventualmente fue reconocido por el presidente Barack Obama y otros funcionarios como un ataque “terrorista” realizado por militantes con supuestos nexos a grupos afiliados a al-Qaeda o simpatizantes.
Citando evaluaciones desclasificadas preparadas por la CIA, voceros del gobierno de Obama, incluyendo al vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, mantuvieron durante días que los ataques probablemente habían sido protestas espontáneas en contra de la película antimusulmana.
Aunque los funcionarios mencionaron la posible participación de “extremistas”, no culparon a ningún grupo militante específico o posibles nexos con al-Qaeda o sus afiliados hasta que funcionarios de inteligencia lo dijeron públicamente el 28 de septiembre.
Hubo indicaciones del envolvimiento de extremistas con posibles conexiones con al-Qaeda, pero también hubo evidencias de que los ataques surgieron espontáneamente, dijeron, añadiendo que los expertos querían ser precavidos para no apuntar hacia nadie prematuramente.
Funcionarios de inteligencia estadounidenses han enfatizado desde poco después de los ataques que los reportes de inteligencia sobre el ataque no eran precisos.
El vocero del Departamento de Estado Mark Toner dijo que los mensajes y los reportes que siguieron al ataque “simplemente son indicación adicional de la fluidez de los reportes la noche y los días siguientes”.
Misivas desde Libia
Los registros obtenidos por Reuters consisten en tres mensajes electrónicos despachados por el Centro de Operaciones del Departamento de Estado a múltiples oficinas gubernamentales, incluyendo direcciones en la Casa Blanca, el Pentágono, la comunidad de inteligencia y el FBI, en la tarde del 11 de septiembre.
El primero de los mensajes, enviado a las 4:05 p.m. hora de Washington –o 10:05 p.m. hora de Bengasi, 20 o 30 minutos después del ataque a la misión diplomática, supuestamente comenzaba llevando la línea de tema “Atacada misión diplomática de Estados Unidos en Bengasi y con el apunte “SBU”, que significa Sensible pero desclasificado, en inglés.
En el mensaje se habla de que la misión “está siendo atacada. Embajada en Trípoli reporta que eran aproximadamente 20 atacantes; también se han oído explosiones”.
El mensaje también dice: “Embajador Stevens, quien está en Bengasi, y cuatro… personal están en la casa de seguridad del complejo. La milicia 17 de Febrero está dando seguridad”.
Un segundo mensaje electrónico, titulado “Actualización 1: Misión diplomática de EE.UU. en Bengasi” y enviado a las 4:54 p.m. hora de Washington, dice que la embajada en Trípoli ha reportado “el tiroteo en la misión diplomática en Bengasi se ha acabado y que el complejo ha sido recuperado”. Dice que “un equipo de reacción” estaba en el sitio intentando localizar personal que no se encuentra.
Un tercer email, también marcado SBU y enviado a 6:07 p.m. hora de Washington, llevaba la línea de tema: “Actualización 2: Ansar al-Sharia asume responsabilidad por el ataque en Bengasi”.
El mensaje reportaba “Embajada en Tripoli reporta que el grupo asumió la responsabilidad en Facebook y Twitter y ha hecho llamados a atacar la embajada en Trípoli”.
Expertos en inteligencia advierten que los reportes iniciales desde la escena de cualquier ataque o desastre son, con frecuencia, inexactos.