Estados Unidos calificó a un grupo de nuevos “narcotraficantes” y los incluyó en su lista de organizaciones criminales.
El mexicano Luis Fernando Sánchez Arellano y los grupos Los Caballeros Templarios, también de México, los Cachiros en Honduras y los Urabeños en Colombia, forman ahora parte de la lista de narcos buscados por el gobierno estadounidense.
El presidente Barack Obama notificó la designación en una correspondencia dirigida al Congreso que la Casa Blanca difundió a la prensa.
EE.UU. congela los activos que posean dentro de su territorio a cualquier persona u organizaciones que entran en la lista de narcotraficantes, terroristas, y otro tipo de designación criminal. Tampoco pueden realizar transacciones financieras o comerciales.
El gobierno estadounidense acusa a Sánchez Arellano de dirigir el cartel de Tijuana desde el 2008, una organización en la mira de las autoridades por exportar al sur de California múltiples toneladas de cocaína y marihuana.
Por su parte, los Arellano Félix han perpetrado ataques recientes contra el cartel de Sinaloa con el objetivo de controlar el mercado de Tijuana, según las autoridades.
El Departamento del Tesoro señala a los Caballeros Templarios de estar aliados con el cartel de Sinaloa para combatir a los Zetas en Zacatecas, Jalisco, Guanajuato y Nuevo León.
Mientras que Washington acusa a los Cachiros de ser una organización poderosa que coordina el paso por Honduras de la cocaína procedente y destinada a carteles mexicanos y colombianos.
Los Urabeños son acusados por el Departamento del Tesoro de ser una organización con sede en Urabá y presencia en 24 de las 32 provincias colombianas, que ha absorbido a ex miembros de las Autodefensas Unidas de Colombia y están dirigidas por ex integrantes del Ejército de Liberación Nacional.
Según Washington, los Urabeños están aliados con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El mexicano Luis Fernando Sánchez Arellano y los grupos Los Caballeros Templarios, también de México, los Cachiros en Honduras y los Urabeños en Colombia, forman ahora parte de la lista de narcos buscados por el gobierno estadounidense.
El presidente Barack Obama notificó la designación en una correspondencia dirigida al Congreso que la Casa Blanca difundió a la prensa.
EE.UU. congela los activos que posean dentro de su territorio a cualquier persona u organizaciones que entran en la lista de narcotraficantes, terroristas, y otro tipo de designación criminal. Tampoco pueden realizar transacciones financieras o comerciales.
El gobierno estadounidense acusa a Sánchez Arellano de dirigir el cartel de Tijuana desde el 2008, una organización en la mira de las autoridades por exportar al sur de California múltiples toneladas de cocaína y marihuana.
Por su parte, los Arellano Félix han perpetrado ataques recientes contra el cartel de Sinaloa con el objetivo de controlar el mercado de Tijuana, según las autoridades.
El Departamento del Tesoro señala a los Caballeros Templarios de estar aliados con el cartel de Sinaloa para combatir a los Zetas en Zacatecas, Jalisco, Guanajuato y Nuevo León.
Mientras que Washington acusa a los Cachiros de ser una organización poderosa que coordina el paso por Honduras de la cocaína procedente y destinada a carteles mexicanos y colombianos.
Los Urabeños son acusados por el Departamento del Tesoro de ser una organización con sede en Urabá y presencia en 24 de las 32 provincias colombianas, que ha absorbido a ex miembros de las Autodefensas Unidas de Colombia y están dirigidas por ex integrantes del Ejército de Liberación Nacional.
Según Washington, los Urabeños están aliados con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).