El comercio dominó la apertura de las conversaciones estratégicas y comerciales entre China y Estados Unidos.
Durante los encuentros que comenzaron este miércoles 10 de julio, los líderes empresariales estadounidenses expresaron confianza en que el gobierno del presidente Obama presione por una reducción de las barreras comerciales.
Por su parte, los funcionarios chinos dicen que una caída inesperada en el comercio, tanto en importaciones como en exportaciones, refleja el incremento de los costos laborales y la debilitada demanda en el exterior, preocupaciones clave para las dos economías más importantes del mundo, en momentos que sus ministros de finanzas y de relaciones exteriores se reúnen en Washington.
El vicepresidente Joe Biden, abrió la reunión recordando que “lo que está en juego es importantísimo, porque es justo decir que la dinámica que emerge entre nuestras naciones no solo afectará a nuestros pueblos, sino francamente tendrá un impacto significativo en todo el mundo”.
El intercambio comercial entre Estados Unidos y China fue de casi 500 mil millones de dólares el año pasado 2012, y la relación económica entre las dos naciones beneficia no solo a sus ciudadanos sino que contribuye a la paz y al desarrollo mundiales, dijo el vicepremier chino Wang Yang, al tiempo que instó a elevar “la confianza estratégica mutua a nuevas alturas por medio del diálogo”.
A la vez, el vicepresidente Biden instó a China a trabajar más fuerte para detener el robo de propiedad intelectual estadounidense, área donde se necesita hacer más progresos, afirmó el vicemandatario.
Pese a que China ha tomado medidas para detener la corrupción y ajustar sus tasas monetarias, arriesga aún un crecimiento más bajo si no remueve obstáculos a la competencia extranjera justa, en opinión de los empresarios que participaron de las conversaciones.
Al encuentro asistió también el secretario de Estado, John Kerry, quien dijo que la reunión anual es una oportunidad para conversar sobre muchos temas en forma honesta, y sobre cómo manejar las diferencias y acuerdos entre ambos países.
“Nunca estaremos de acuerdo en todo, y tendremos conversaciones francas sobre esos temas donde diferimos, lo que es la mejor forma de manejar constructivamente nuestras diferencias y aumentar el entendimiento”, advirtió.
Las conversaciones entre Estados Unidos y China también incluyen los temas del cambio climático y seguridad cibernética.
Durante los encuentros que comenzaron este miércoles 10 de julio, los líderes empresariales estadounidenses expresaron confianza en que el gobierno del presidente Obama presione por una reducción de las barreras comerciales.
Por su parte, los funcionarios chinos dicen que una caída inesperada en el comercio, tanto en importaciones como en exportaciones, refleja el incremento de los costos laborales y la debilitada demanda en el exterior, preocupaciones clave para las dos economías más importantes del mundo, en momentos que sus ministros de finanzas y de relaciones exteriores se reúnen en Washington.
El vicepresidente Joe Biden, abrió la reunión recordando que “lo que está en juego es importantísimo, porque es justo decir que la dinámica que emerge entre nuestras naciones no solo afectará a nuestros pueblos, sino francamente tendrá un impacto significativo en todo el mundo”.
El intercambio comercial entre Estados Unidos y China fue de casi 500 mil millones de dólares el año pasado 2012, y la relación económica entre las dos naciones beneficia no solo a sus ciudadanos sino que contribuye a la paz y al desarrollo mundiales, dijo el vicepremier chino Wang Yang, al tiempo que instó a elevar “la confianza estratégica mutua a nuevas alturas por medio del diálogo”.
A la vez, el vicepresidente Biden instó a China a trabajar más fuerte para detener el robo de propiedad intelectual estadounidense, área donde se necesita hacer más progresos, afirmó el vicemandatario.
Pese a que China ha tomado medidas para detener la corrupción y ajustar sus tasas monetarias, arriesga aún un crecimiento más bajo si no remueve obstáculos a la competencia extranjera justa, en opinión de los empresarios que participaron de las conversaciones.
Al encuentro asistió también el secretario de Estado, John Kerry, quien dijo que la reunión anual es una oportunidad para conversar sobre muchos temas en forma honesta, y sobre cómo manejar las diferencias y acuerdos entre ambos países.
“Nunca estaremos de acuerdo en todo, y tendremos conversaciones francas sobre esos temas donde diferimos, lo que es la mejor forma de manejar constructivamente nuestras diferencias y aumentar el entendimiento”, advirtió.
Las conversaciones entre Estados Unidos y China también incluyen los temas del cambio climático y seguridad cibernética.