El gabinete de gobierno del recién reelecto presidente Barack Obama se prepara para una serie de cambios importantes, que después de la negociación de la crisis fiscal que se cierne sobre el país, seguramente tendrá prioridad en la agenda del mandatario.
La secretaria de Estado Hillary Clinton y el secretario del Tesoro Timothy Geithner ya han anunciado desde hace tiempo su intención de no quedarse para un segundo período, mientras el secretario de Defensa Leon Panetta también quiere retirarse el próximo año.
Todos estos funcionarios han expresado también su disposición de quedarse hasta el próximo año; los dos primeros al menos hasta que se nombre a sus sustitutos, mientras el secretario Panetta quisiera asegurarse que el Pentágono no sufra los recortes abismales que sobrevendrían si “se cae al abismo” fiscal.
"Lo primero es tratar de encontrar la manera de salir de la caja en que nos encontramos en lo que respecta al precipicio fiscal", dijo Tom Daschle, ex líder de la mayoría en el Senado, quien es cercano a Obama. "Cuando se congregue el nuevo Congreso, comenzará el proceso de nominación por lo que espero que será una buena cifra de vacantes", señaló.
Los nominados por el presidente a puestos en el gabinete de gobierno tienen que ser confirmados por el Congreso, un proceso que puede tomar meses.
El presidente y su equipo también estuvieron evaluando cómo se estaban posicionando los republicanos del Congreso después de la elección, antes de decir mucho públicamente sobre su segundo término.
El presidente hará este viernes por la tarde en la Casa Blanca sus primeros comentarios tras la elección sobre la economía y el abismo fiscal.
La secretaria de Estado Hillary Clinton y el secretario del Tesoro Timothy Geithner ya han anunciado desde hace tiempo su intención de no quedarse para un segundo período, mientras el secretario de Defensa Leon Panetta también quiere retirarse el próximo año.
Todos estos funcionarios han expresado también su disposición de quedarse hasta el próximo año; los dos primeros al menos hasta que se nombre a sus sustitutos, mientras el secretario Panetta quisiera asegurarse que el Pentágono no sufra los recortes abismales que sobrevendrían si “se cae al abismo” fiscal.
"Lo primero es tratar de encontrar la manera de salir de la caja en que nos encontramos en lo que respecta al precipicio fiscal", dijo Tom Daschle, ex líder de la mayoría en el Senado, quien es cercano a Obama. "Cuando se congregue el nuevo Congreso, comenzará el proceso de nominación por lo que espero que será una buena cifra de vacantes", señaló.
Los nominados por el presidente a puestos en el gabinete de gobierno tienen que ser confirmados por el Congreso, un proceso que puede tomar meses.
El presidente y su equipo también estuvieron evaluando cómo se estaban posicionando los republicanos del Congreso después de la elección, antes de decir mucho públicamente sobre su segundo término.
El presidente hará este viernes por la tarde en la Casa Blanca sus primeros comentarios tras la elección sobre la economía y el abismo fiscal.