Estados Unidos y los países de América Latina se beneficiarán de un acuerdo que emerge del creciente comercio y la inversión. Mejorar la competitividad estadounidense, acelerar la innovación y expandir las exportaciones de Estados Unidos, requiere un compromiso con América Latina, dijo la secretaria de Estado Hillary Clinton.
Brasil, con un crecimiento del Producto Bruto Interno de casi el 8% el año pasado, se pronostica que llegará a ser la cuarta o quinta economía más grande del mundo en las próximas décadas. Las economías combinadas de América Latina crecieron un 6 por ciento el año pasado.
Estas son buenas noticias para los pueblos de América Latina así como para Estados Unidos. El tamaño de la economía latinoamericana y su joven demografía, son especialmente importantes para Estados Unidos, porque la economía estadounidense está mucho más vinculada a las economías de sus vecinos que a aquellas separadas por los océanos. El 43 por ciento de todos los bienes que exporta Estados Unidos permanece en el Hemisferio Occidental. Estados Unidos exporta tres veces más bienes a América Latina que a China.
América del Norte es la zona de libre comercio más grande del mundo. Esos hechos, dijo la secretaria Clinton, apuntan hacia una tendencia muy prometedora. América Latina está produciendo más y más, nuevos consumidores para los productos de Estados Unidos cada año. Decenas de millones de personas en la región están entrando en la clase media, más de 30 millones tan sólo en Brasil desde 2003. Al mismo tiempo, América Latina es sede de compañías, empresarios e innovadores que están adquiriendo tecnología y equipamiento y ayudando a conducir la competitividad e innovación en los negocios estadounidenses.
“En resumen”, dijo la secretaria Clinton, “la geografía es importante. El crecimiento en el mercado latinoamericano beneficiará a los trabajadores y compañías estadounidenses más que el crecimiento en cualquier otra parte del mundo.” Esa es una situación ventajosa para todos los pueblos de la región.