La Voz de América consultó con el doctor Julio Delgado, patólogo y epidemiólogo de la Universidad de Harvard, quien trabaja en uno de los principales laboratorios de Estados Unidos, ARUP Laboratories, para conocer sobre el proceso de realización de pruebas para detectar casos de coronavirus en Estados Unidos.
Hasta la fecha de publicación de esta nota, la Universidad Johns Hopskins reporta 672.246 enfermos y 33.325 muertos. El centro indica además que se han realizado más de 3,4 millones de pruebas.
Pregunta: Doctor, usted trabaja en uno de los principales laboratorios de Estados Unidos, ¿qué retos existen para producir pruebas en el país?
Respuesta: En Estados Unidos existe una gran capacidad para hacer pruebas, pero hay dos problemas grandes, no hay una cadena de suministro constante y al principio, cuando comenzamos a hacer las pruebas, pensábamos que íbamos a tener una capacidad de hacer aproximadamente de 3.000 a 5.000 al día, pero rápidamente nos encontramos con que las compañías que hacen estos medios, enzimas y químicos que proveen los instrumentos estaban recibiendo muchas órdenes de todas partes en Estados Unidos.
Todos los laboratorios hemos estado compitiendo entre nosotros mismos para poder tener esa habilidad de tener todos esos elementos necesarios. Ese ha sido el problema mayor que ha existido hasta este momento. Se ha estabilizado un poco, pero todavía existen algunas partes donde estos elementos no han llegado a los laboratorios, lo que obliga y aumenta el tiempo dentro de la muestra que se toma y el resultado que se reporta.
P: ¿Cuántas pruebas realizan al día o a la semana?
R: Al día estamos recibiendo entre 3.000 y 5.000 muestras dependiendo el día de la semana. Baja un poco la cantidad durante los fines de semana y estamos reportando aproximadamente 4.000. La mayoría de los resultados se producen dos días después de recibir la muestra.
P: ¿Cómo es el proceso de evaluación de la muestra?
R: La muestra se toma en los sitios a donde van para que los examinen. Eso se hace con unos utensilios -que es como un hisopo- que son largos y que se introducen en la nariz de la persona y en la garganta. Ahí es donde se toma la muestra. La punta del hisopo se pone en un tubo que tiene un medio especial que hace que la muestra se mantenga estable.
La muestra se tiene que transportar a temperatura refrigerada, entonces por lo general viene en hielo seco. Una vez que llega la muestra aquí el laboratorio se agiliza inmediatamente el proceso.
Lo primero que se hace es separar el copito del medio y se añaden unos químicos para inactivar el virus. De esa manera entonces la persona que haga el proceso ya no se infecta. A partir de ese momento se realizan unas pruebas químicas para extraer el material genético de el virus y se pasa a una máquina que produce una amplificación de ese material genético, de acuerdo con una señal que esa máquina produce.
P: En su laboratorio, se está creando un método de anticuerpos, ¿en qué consiste?
R: Una vez que una persona se infecta -ya sea una bacteria o un virus, inclusive de un hongo-, la persona, aproximadamente dos semanas o tres semanas después, desarrolla unas moléculas que se llaman anticuerpos que realmente son un tipo de defensa contra la infección. Estos anticuerpos una vez que se han generado, se pueden medir mediante pruebas inmunológicas que determinan si la persona fue expuesta a la enfermedad y si ha desarrollado las defensas necesarias para evitar una segunda reiteración.
Esa es la prueba que comenzamos especialmente para los pacientes del hospital de la Universidad de Utah. Vamos a tener también problemas iniciales con la cantidad de muestras que vamos a poder hacer porque la cadena de suministros está complicada.
Al menos vamos a poder hacer por lo menos unas 200, 400 pruebas al día. Esperamos que al final del mes podamos estar haciendo miles de ellas, pero estas pruebas son muy importantes porque van a determinar la inmunidad y las defensas que se desarrollen en las personas y nos va a permitir saber quiénes han sido expuestos a la enfermedad.
P: ¿Puede este método ser una solución a corto plazo mientras esperamos una vacuna?
R: Sí claro. Por ejemplo, una de las cosas que se pueden hacer con la prueba anticuerpos es determinar quién tiene bastantes anticuerpos y estas personas pueden ser seleccionadas para donar sangre, de la cual se extrae el plasma. Y este plasma se puede transfundir a los pacientes que están afectados muy severamente por la enfermedad. Es como una vacuna intermedia a la vacuna, que esperamos que se pueda generar en los próximos meses o al final del año si es posible.
P: ¿Por qué el coronavirus ha sido excepcional?
R: Si uno lo compara por ejemplo con la influenza, que obviamente azota a nuestros países especialmente del norte durante el invierno, lo que se ha visto es que el grado de infección del coronavirus es mucho mayor, es casi el doble. Eso lo que ha permitido es que el virus se propague de una manera mayor, no solamente en el sitio donde se originó, sino también en los países al cual ha llegado. Ese es uno de los grandes desafíos con esta enfermedad.