Una treintena de países, incluido Estados Unidos, acordaron aportar a Irak los medios necesarios para contrarrestar la amenaza del grupo Estado Islámico y respaldar las resoluciones de la ONU contra el terrorismo.
Los participantes en la conferencia sobre la paz y la seguridad en Irak llevada a cabo este lunes en París dijeron en una declaración que es necesaria “una acción determinada para erradicar el EI, especialmente con medidas para prevenir la radicalización, coordinando la acción de todos los servicios de seguridad y reforzando la vigilancia de las fronteras".
Las conclusiones no detallan el papel que jugará cada país ni la ayuda concreta que se deberá aportar, pero sí dejan claro la "plena movilización" en su apoyo contra el grupo extremista.
El ministro iraquí de Relaciones Exteriores, Ibrahim Al Yafari, agradeció que se les haya mostrado que “no están solos” y por el mensaje de que “ningún país va a ser abandonado si es objeto de ataque terrorista”.
En la reunión que ha reunido a diplomáticos de 26 países, también participaron las Naciones Unidas, la Unión Europea y la Liga Árabe.
El presidente francés, Francois Hollande, al inaugurar la reunión dijo que la amenaza del grupo “Estado Islámico” es global y por tanto, la respuesta debe ser global. “No hay tiempo que perder”, añadió.
El secretario Kerry dijo el domingo que un creciente número de países están preparados para unirse a la lucha, incluyendo los países árabes y otros que han ofrecido asistencia militar y bombardeos si fueran necesarios.
Pero el presidente iraquí, Fouad Massoum, que es coanfitrión de la conferencia, dijo a la agencia The Associated Press que no es necesario que países como Egipto, Emiratos Árabes Unidos o Arabia Saudí participen en los ataques aéreos, pero sí que es importante que “participen en las decisiones” que se tomen en la conferencia.
Se considera que los países de mayoría musulmana son vitales para cualquier operación que impida a los milicianos ganar más territorio en Irak y Siria. No obstante, las autoridades estadounidenses se opusieron a los intentos de Francia por invitar a Irán a participar de la reunión.
"En definitiva, esta es una lucha dentro del islam, dentro del islam suní", dijo el domingo a Fox News el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Denis McDonough.