Las autoridades alemanas buscan a un hombre tunecino de unos 24 años, cuyos documentos de identidad fueron encontrados bajo el asiento del camión utilizado para embestir contra decenas de personas que visitaban un mercado de Navidad en Berlín.
Los documentos pertenecen a Anis Amri, nacido en la sureña ciudad de Tataouine, Túnez, en 1992, un hombre conocido por las autoridades, y que según el diario alemán Bild, antes ha utilizado otros nombres y que es considerado peligroso y parte de una gran red islamista.
Otros reportes indican que el sospechoso fue arrestado en agosto, precisamente por llevar documentos falsos, pero fue dejado en libertad.
El martes las autoridades también dejaron libre a otro hombre de origen paquistaní, que fue detenido poco después del ataque en que murieron 12 personas.
Su detención respondió a acusaciones de testigos que dieron descripciones de las características de un hombre que bajó del camión y huyó, pero el hombre negó cualquier participación en el atentado.
No se encontraron pruebas forenses de que hubiera estado en el camión y ningún testigo lo siguió desde la escena de la matanza hasta el lugar donde lo detuvieron.
La sospecha de que el ataque en Berlín fue un “acto terrorista” quedó confirmada al publicarse un comunicado en el que el grupo Estado islámico se reinvindica como autor del atentado.
La agencia Amaq afiliada al grupo extremista publicó un comunicado en el que indican que "la persona que realizó el ataque lo hizo en respuesta a los llamados a tener como blanco a ciudadanos de la coalición de cruzados".
Alemania no está involucrada en operaciones de combate contra el Estado Islámico pero tiene aviones Tornado y un avión de carga de combustible estacionado en Turquía en apoyo a la coalición que combate a los extremistas en Siria.
El máximo fiscal de Alemania, Peter Frank, dijo a la prensa antes de la reivindicación que el ataque recordaba al mortal atropello masivo registrado en julio en Niza, y que parecía seguir instrucciones publicadas por el grupo EI.
"No sabemos con certeza si fueron uno o varios autores", dijo. "No sabemos con certeza si él, o ellos, tenían apoyo".
La canciller alemana Angela Merkel, quien colocó rosas blancas en el sitio de ataque fuera de la histórica Iglesia Kaiser Wilhelm Memorial el martes, dijo que estaba "sorprendida, sacudida y profundamente entristecida por el ataque.
"Doce personas que estaban todavía entre nosotros ayer, que esperaban la Navidad, que tenían planes para las fiestas, ya no están entre nosotros", dijo en una declaración televisada a nivel nacional. "Un acto espantoso y en última instancia incomprensible les ha privado de sus vidas".
El martes, el jefe de la Policía Criminal Federal de Alemania dijo que la policía aún no ha encontrado el arma que se cree que fue usada para matar al conductor original del camión, un polaco cuyo cadáver quedó dentro del vehículo.
El Senador de Berlín para el Interior, Andreas Geisel, anunció nuevas medidas de seguridad que se implementarán en torno a la capital de la nación en respuesta al ataque y pidió a los organizadores de otros mercados de Navidad que se cerraran por el día para honrar a las víctimas.
Testigos dijeron que el popular mercado navideño estaba lleno de turistas y locales cuando el camión, que se cree que viajaba más de 60 kilómetros por hora, se estrelló contra él. Las autoridades dijeron que el vehículo estaba cargado con vigas de acero.
Pese a las fuertes medidas de seguridad, el alcalde de Berlín, Michael Mueller, dijo el miércoles que era "bueno ver que los berlineses no se ven intimidados".
"No creo que haya ningún motivo para estar asustado", dijo a la televisora ZDF. "La presencia policial se ha aumentado de forma significativa... y por supuesto se tomaron otras medidas para encontrar con rapidez al responsable".
Mueller añadió que hay límites al aumento de la seguridad, dado el número de espacios y actos públicos en la ciudad.
"Ya no sería nuestra vida libre y abierta si subiéramos tanto las medidas de seguridad que la gente estuviera preocupada de ir a cualquier sitio, que hubiera estrictos controles de acceso", comentó. "No queremos eso. Debe ser apropiado y ajustado a los objetivos".