Combatientes kurdos parecen haber detenido el avance del grupo Estado islámico en la ciudad fronteriza siria de Koobani donde se ha reportado otro día más de fuertes combates.
Columnas de humo negro pudieron verse elevar el sábado sobre la ciudad asediada por los extremistas. Aviones de la coalición liderada por Estados Unidos segían bombardeando blancos en la ciudad y sus alrededores.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos dijo que los militantes no han podido avanzar desde el viernes pero están recibiendo refuerzos, mientras las tropas turcas al otro lado de la frontera se niegan a intervenir, pese a la creciente presión sobre el presidente turco, Tayyip Erdogan, para que lo haga.
Un activista kurdo en Kobani, con quien la agencia Associated Press habló por teléfono desde Beirut, dijo que el domingo había “relativa calma”, a parte del fuego de los francotiradores.
Confirmó que el sábado los extremistas lanzaron una ofensiva pero fueron repelidos. El Observatorio coincidió en que 36 yihadistas islámicos perdieron la vida en esos combates.
