El gobierno español consideró “intolerables” los insultos y amenazas del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien acusó de racista al jefe del ejecutivo español, Mariano Rajoy.
En su programa televisivo del martes, Maduro se expresó inadecuadamente del gobierno español en respuesta a una declaración del parlamento de Madrid pidiendo la liberación de opositores políticos como Leopoldo López y el alcalde Antonio Ledezma.
"Que las Cortes (españolas) vayan a opinar de su madre, pero que no opinen de Venezuela", dijo Maduro a lo que también añadió que analiza "respuestas" a "la agresión (de la) que estamos siendo víctimas los venezolanos por parte de las élites corruptas y corrompidas de España".
Por su parte el gobierno español pidió respeto a sus autoridades y convocó este miércoles al embajador venezolano en Madrid, Mario Ricardo Isea para expresarle su “malestar y rechazo” por las declaraciones del presidente Maduro.
"Las autoridades españolas han sido y serán siempre respetuosas de la dignidad de las personas que ocupan cargos de gobierno en Venezuela", señaló en un comunicado el ministerio de Relaciones Exteriores de España.
El embajador venezolano fue recibido por el director general para Iberoamérica, Pablo Gómez Olea, ante la ausencia del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, quien se encuentra fuera del país.
Durante el encuentro Gómez hizo saber al embajador Isea “que este tipo de declaraciones e insultos no contribuyen a un mínimo entendimiento entre dos gobiernos que representan a dos pueblos unidos históricamente por estrechos lazos", subrayó.