La competencia por la escasez de agua en la próxima década alimentará la inestabilidad en regiones como el sur de Asia y el Medio Oriente, importantes para la seguridad nacional de Estados Unidos, informa un estudio de inteligencia estadounidense.
Según la Dirección Nacional de Inteligencia del país, una guerra por el suministro de agua es poco probable en los próximos 10 años, pero los países lo utilizaran como moneda de cambio.
El informe indica que mientras la escasez se acentúa, "el agua en las cuencas compartidas serán utilizadas como palanca. El suministro será utilizado como un arma por terroristas en los próximos 10 años".
Un funcionario del gobierno de EE.UU., que habló en condición de anonimato, dijo a la Voz de América que aún es muy pronto para determinar cómo la actual situación en el Medio Oriente afectará la seguridad del agua en la región. Pero como destaca el informe, los problemas del agua combinados con la pobreza, tensiones sociales, degradación ambiental y gobiernos débiles contribuirán a disturbios sociales que pueden resultar en un fracaso de Estado.