La crisis en la frontera de Ucrania ante la amenaza de invasión de Rusia ha revivido -según expertos- a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), conformada por Estados Unidos y sus sucios occidentales del viejo continente.
La organización entró en una paulatina decadencia con el colapso del bloque comunista en 1991, que llevó a la desintegración de la Unión Soviética, al grado de considerar la alianza en -años recientes- en “muerte cerebral” u “obsoleta” entre los calificativos dados por mandatarios como Donald Trump o Emanuel Macron.
Pero la escalada del líder soviético Vladimir Putin ha revivido la alianza que para expertos como el politólogo estadounidense Ian Bremmer, fundador del Grupo Eurasia, no estaría contemplado en los planes del Kremlin.
"Hasta ahora, el principal impacto geopolítico de la escalada rusa del conflicto de Ucrania ha sido fortalecer a la OTAN (…) Putin por sí solo la ha fortalecido”, agrega Bremmer.
Este sería un resultado adverso al esperado por Vladimir Putin al considerar que con la acumulación militar de su país se debilitaría más la alianza de los países occidentales.
“Seguramente no es lo que Putin esperaba dado el unilateralismo de Estados Unidos en la debacle de la retirada de Afganistán", dice en referencia a la caótica evacuación de ese país el año pasado, que algunos países de la OTAN consideraron “mal planificada y prematura”.
Otros como Benjamín Haddad, director senior para el Centro de Europa en el Atlantic Council, en Nueva York, cree que Putin debe pensar en la oportunidad porque Alemania, con un nuevo ejecutivo y con la veterana Ángela Merkel fuera del ajedrez, más Emanuel Macron en proceso a reelección es el momento justo “pero creo que sería un error de cálculo”, dijo a VOA.
Funcionarios de la OTAN y la Unión Europea (UE) coinciden en que el canciller alemán Olaf Scholz siente cada vez más la necesidad de aliarse con Estados Unidos y con los otros países de la OTAN debido al lenguaje "cada vez más belicista” y el comportamiento “agresivo” del Kremlin.
La presidenta de la Comisión Europea y ex ministra de Defensa alemana, Ursula von der Leyen, dijo este jueves que el oleoducto Nord Stream 2, una obra clave de infraestructura rusa, tendría que ser sancionado si Rusia invade Ucrania, a pesar del impacto que pudiera tener en el sector energético alemán.
"Nord Stream 2 no puede ser excluido de la lista de sanciones, eso está muy claro", dijo Von der Leyen en una entrevista con medios europeos. La obra no ha pasado la prueba regulatoria de Berlín o Bruselas y todo dependerá según los expertos “del comportamiento de Rusia”.
* Con la colaboración de Jamie Dettmer, periodista de Voice of America.
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