![Lorena Junco Margain, estudió Artes Visuales en la Universidad de Monterrey antes de cofundar la galería Distrito 14 como una plataforma para amplificar a los artistas mexicanos emergentes. [Foto cortesía Lorena Junco Margain].](https://gdb.voanews.com/0ef3b206-e1f7-4846-add3-2a43e74af5ff_w250_r1_s.jpg)
La primera fue cuando llegó a Estados Unidos buscando asilo político para poner a salvo su vida y la de su familia; la segunda ya en su nuevo hogar en Austin, Texas, cuando se entera que tiene un pequeño tumor en la glándula suprarrenal y una mala praxis causó estragos en su salud.
Lorena Junco Margain, una migrante mexicana, ahora nacionalizada como norteamericana, contó a la Voz de América que llegó a Austin Texas, hace 13 años, embarazada y huyendo de la violencia ligada al narcotráfico que se vivía en su país.
“Resulta que nos vinimos a Estados Unidos con el apoyo del Gobierno estadounidense. Como refugiados básicamente y fue una circunstancia sumamente estresante que gracias a Dios he podido convertir en una bendición”, narró.
![Lorena Junco Margain, después de llegar a su nuevo hogar en Austin, Texas, se entera que tiene un pequeño tumor en la glándula suprarrenal. Aunque no pone en peligro la vida, la afección es grave. [Foto cortesía]](https://gdb.voanews.com/c870e051-247b-4673-a8df-ce9f6d5cad79_w250_r0.jpg)
Después de algunos años en su nuevo hogar, cuando cree que su vida ya no corre peligro, Margain recuerda que después de nacer su tercer hijo su salud se deterioró, en ese momento creía que era una depresión post parto, pero se entera de que tiene un tumor en una de las glándulas de la supra renal.
El padecimiento, la llevó a someterse a una cirugía, misma que la pone nuevamente en peligro, pero no por la gravedad del padecimiento, sino por un error humano, le quitaron el órgano equivocado, algo que causa estragos en su salud.
“Me operan y me siento peor, todo va de picada y me dije esto sí es una depresión y me estoy volviendo loca […]. Un día me desmayo, me llevan al hospital y me detectan un tumor en la glándula suprarrenal”, afirmó.
Consultando a un endocrinólogo y después de comparar y hacer pruebas “resulta que me sacaron un órgano cien por ciento sano y me dejaron el enfermo”. Recordó.
Es a raíz de esa experiencia y de una serie de acontecimientos que vinieron después que decide contar su historia y nace el libro “Camino a Casa Lotus”, una historia que plasma un crisol de sentimientos que van desde culpa, negligencia, ira, dolor y desesperación; pero sobre todo narra como en ese mismo camino se puede encontrar la gratitud y el perdón para poder sobrevivir.
“Ese es el inicio de mi camino, por eso hable del Camino a Casa Lotus” ¿Por qué Lotus? Por su significado y su capacidad de sobrevivir en medio de la adversidad.
Margain es una reconocida pintora y escritora, su familia en México ha estado ligada a los medios de comunicación por años, fue esa misma relación que los alejó de su natal Monterey. Aunque el resto ya regresó, ella y su esposo decidieron quedarse por sus hijos.
Ella ha explotado al máximo su potencial artístico en EE. UU. y actualmente apoya a otros artistas a través de su plataforma “Shaped in Mexico”, conclave creado para apoyar el desarrollo de artistas emergentes y promover la conciencia del arte mexicano a nivel internacional.
Parte de este trabajo también le sirvió de inspiración para su libro, que si bien es cierto cuenta una historia muy personal, para su imagen y promoción ha usado elementos que relatan la historia de la migración.
Ella explicó que la portada representa una escena que narra una serie de historias de migrantes por medio de un collage que junta una serie de “lijas de diferentes migrantes que tienen que ir documentando por lo que van pasando”.
Su libro mismo documenta lo que ella pasó, “yo hago esa analogía, soy apasionada del arte y a mí me toca en EE. UU. que mi cuerpo sea esa lija” debido a las cicatrices que ahora tiene que lucir por sus problemas médicos.
La artista tuvo que tomar una decisión entre interponer una demanda e iniciar un largo proceso legal o
“Me empecé a dar cuenta que en lugar de ser yo la agredida, empecé a agredir. Le estaba dedicando tanto tiempo al rencor a la revancha a destruir y dar ese golpe duro, que también me iba a doler a mí y yo estaba en un estado de supervivencia”, rememoró.
Es así que en medio de su dolor y darse cuenta de que la acción no cambiaba nada en el sistema más que generar una ganancia económica, renuncia y decide dar un paso al frente y “levantar la voz” al compartir su historia para realmente ayudar a otros y ver hacía el futuro.
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