El Louvre, el museo más famoso de París y el más visitado del mundo, reabrió parcialmente el lunes, después de estar cerrado durante 16 semanas debido a la propagación del COVID-19.
El museo ha perdido más de 45 millones de dólares en ventas de boletos en casi cuatro meses, según su director Jean-Luc Martinez, y podría continuar reduciendo las visitas durante unos años más, a medida que el mundo se adapta al virus.
Las obras de arte más famosas del Louvre, como la "Mona Lisa" y su gran colección de antigüedades estarán accesibles, pero un tercio de sus galerías donde el distanciamiento social es más difícil de observar, permanecerá cerrado.
Sin embargo, no se permitirán selfies frente a la obra maestra de Leonardo da Vinci, y los visitantes deben pararse en lugares marcados en el piso.
Alrededor del 70 por ciento de los 9,6 millones de visitantes del Louvre el año pasado eran extranjeros, pero la situación es muy diferente este año.
El museo espera tener más visitantes franceses para llenar el vacío, ya que Francia está tratando de contrarrestar su imagen elitista antes de los Juegos Olímpicos de París que se celebrarán en cuatro años.