El personal de enfermería que combate el coronavirus en Nueva York suplicó con angustia el sábado que le envíen más equipos y sostuvo que las cifras oficiales sobre los suministros están lejos de la realidad.
En una conferencia de prensa frente al hospital municipal Jacobi, el personal pidió más mascarillas y otros elementos para protegerse del virus, que ha contagiado a más de 44.000 personas y ha matado a más de 500 en el estado de Nueva York, la mayoría en la ciudad.
Al menos un trabajador de la salud, el jefe adjunto de enfermería del hospital Mount Sinai West, Kious Kelly, de 36 años, ha muerto por el virus. Otros se han enfermado en la zona.
Representantes del personal del Jacobi, en el distrito neoyorquino del Bronx, han dicho que los jefes racionan el equipo protector, lo cual les impide descartar las mascarillas de filtración de partículas N95 con la frecuencia necesaria.
“En este preciso instante dos enfermeros en este hospital están luchando por sus vidas en la unidad de cuidados intensivos”, dijo el enfermero pediátrico Sean Petty.
Las autoridades municipales insisten que hay suficiente equipo protector para la semana próxima, aunque temen lo que sucederá después. El alcalde Bill de Blasio dijo que la ciudad entregó 200.000 mascarillas N95 a los hospitales el viernes y que entregará otras 800.000 en las próximas horas, junto con muchas mascarillas quirúrgicas y otros elementos.
El jefe del sistema de hospitales municipales, el doctor Mitchell Katz, dijo en conferencia de prensa el viernes que el personal que trabaja exclusivamente con enfermos de coronavirus puede cubrir todo un turno con una mascarilla N95 cubierta a su vez con mascarillas quirúrgicas que se pueden descartar con mayor frecuencia. Algunos han optado por usar cascos con filtros de aire reutilizables, algo así como “una máscara de Darth Vader”, acotó.
Petty dijo que las medidas relativas al equipo protector obedecían a la escasez, no a razones científicas, y fustigó a las autoridades por someter a los trabajadores de la salud a riesgos evitables de contraer el COVID-19, la enfermedad provocada por el virus.
“No permitiremos que ningún funcionario de salud o de gobierno diga que tenemos suficiente” equipo protector, dijo, “hasta que cada trabajador de la salud tenga una N95 por cada vez que interactúa con un enfermo de COVID-19″.
En la mayoría de la gente, el nuevo coronavirus provoca síntomas leves o moderados que desaparecen en dos o tres semanas. En algunas personas, sobre todos los adultos mayores y las que padecen trastornos de salud subyacentes, puede provocar enfermedades más graves, como la neumonía, e incluso la muerte.