La información ya le dio la vuelta al mundo. La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, tiene cancer y será sometida a tratamiento.
La noticia, por muy triste o delicada que sea, hace parte de las primeras planas e informes de radio y televisión, especialmente cuando ya han sido varios los mandatarios que aseguran tener algún tipo de cáncer.
El caso de Fernández se suma al de otros mandatarios que también debieron luchar o están en pleno tratamiento médico contra la enfermedad.
En 2009, a Dilma Rousseff, que en ese momento se desempeñaba como jefa de Gabinete del gobierno brasileño, le fue diagnosticado un cáncer en el sistema linfático. Luego de realizar un tratamiento durante un año logró curarse. Tiempo después fue electa presidenta.
Fue en agosto de 2010 cuando el recién envestido presidente de Paraguay, Fernando Lugo, anunció su enfermedad. Lugo fue sometido a seis sesiones de quimioterapia.
En junio de 2011, el caso que más llamó la atención, por su secretismo, fue el del presidente de Venezuela.
El mandatario venezolano, Hugo Chávez, nunca explicó el tipo de cáncer que padecía. Su tratamiento de quimioterapia fue realizado en Cuba y lo único que dijo la oficina del mandatario fue que "tumor abscesado'' con presencia de "células cancerígenas" fue retirado de su cuerpo.
El ex presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, informó que padecía cáncer de laringe. El ex mandatario fue sometido a un tratamiento en su país.
No hay una relación de cáncer-presidente, pero la labor de los medios es la que hace que el tema salga a la luz pública.