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Estadounidenses piensan que cámaras no cambian conducta de policías


Población estadounidense dividida. 42 por ciento piensa que uso de cámaras de video sí podría cambiar la conducta mientras el mismo porcentaje considera que no fomenta un mejor comportamiento de la policía.
Población estadounidense dividida. 42 por ciento piensa que uso de cámaras de video sí podría cambiar la conducta mientras el mismo porcentaje considera que no fomenta un mejor comportamiento de la policía.

Una nueva encuesta revela que los estadounidenses continúan divididos sobre la efectividad del uso de cámaras de video para registrar el comportamiento de los policías.

De acuerdo a una nueva encuesta revelada por Reuters-Ipsos, el 42 por ciento de los encuestados considera que el uso de cámaras de video sí podría mejorar la conducta de los policías al ejercer sus funciones, mientras que el mismo porcentaje considera que no podría afectar en nada sus comportamientos.

Asimismo entre los encuestados el 56 por ciento dijo que la policía no se estaba comportando mejor por el hecho de estar vigilados por una cámara.

La encuesta revela la tendencia en los últimos meses ante los hechos de violencia o brutalidad policíaca.

Una serie de incidentes ocurridos en los últimos meses han mostrado a policías blancos matando a tiros a hombres afroestadounidenses desarmados.

Entre los más recientes está el caso de Walter Scott, quien recibió un tiro por la espalda cuando corría al ser interceptado por la policía por una infracción de tráfico.

En otro suceso una cámara muestra a Eric Garner, quien falleció después que un policía de Nueva York en su intento de arrestarlo le provocó la muerte por el uso excesivo de la fuerza.

En total se encuestó a 2.446 adultos estadounidenses quienes muestran su ambivalencia en sus opiniones.

También se encontró que el 59 por ciento de los participantes está de acuerdo con el enunciado: “Me gusta cómo las cámaras hace a las personas más responsables de sus acciones”, pero al mismo tiempo el 47 por ciento considera que es una invasión a la privacidad de las personas que están constantemente filmándose con sus cámaras incorporadas en sus teléfonos inteligentes.

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