En Venezuela, fueron encontrados los cuerpos de 20 de los 28 mineros presuntamente masacrados en una zona remota de explotación ilegal de oro en el sureste del país, en la frontera con Brasil.
La información la proporcionó este martes el diputado de oposición Américo de Grazia, quien originalmente denunció las muertes y quien ahora lidera una investigación del caso por parte de la Asamblea Nacional.
Los restos fueron encontrados en una fosa común en Tumeremo, estado Bolívar, la misma área donde desaparecieron los mineros el 4 de marzo.
La fiscal Luisa Ortega informó en Twitter el lunes por la noche, que se había "concluido la búsqueda de los desaparecidos en Tumeremo", indicando que se habían encontrado hasta entonces 17 cadáveres.
El defensor del pueblo, Tarek Williams Saab, dijo que las investigaciones apuntan a que se trató de un ataque armado, presuntamente liderado por un ecuatoriano identificado como Andrés Ulloa Suárez, alias "El Topo".
Saab indicó que se trabaja en la identificación de los cuerpos.
Pobladores de Tumeremo denunciaron la desaparición el 4 de marzo de 28 mineros artesanales en una mina de oro de la localidad, que según testigos citados por autoridades, fueron asesinados por una banda criminal.
En principio, el gobernador oficialista de Bolívar, general retirado Francisco Rangel desmintió la desaparición de los mineros. Pero ante las protestas y medidas de presión de los pobladores, el presidente Nicolás Maduro ordenó una investigación.
La fiscal Ortega, quien prometió que no habrá impunidad en el caso, insistió en que el Ministerio Público tiene evidencia solo de 21 mineros desaparecidos, aunque continúan las indagaciones.
El Defensor del Pueblo dijo que los cuerpos fueron encontrados en bolsas negras. Según Saab, el criminal que lideró la masacre "rendía cuentas vía telefónica a otra persona a la que llamaba 'El Patrón'".
El viernes pasado, el ministro del Interior, Gustavo González, dijo que "El Topo" había recibido entrenamiento militar de las Autodefensas Unidas de Colombia y sería cabecilla de una organización paramilitar.
González, que visitó Tumeremo y se reunió con familiares de los mineros, dijo que en la presunta masacre también estaban implicados colombianos, y la atribuyó a una lucha por el "control territorial" sobre la explotación ilegal de oro.