En el 2015, miles de salvadoreños se volcaron a las fronteras buscando escapar de la despiadada guerra emprendida por las pandillas del Barrio 18 y la Mara Salvatrucha contra el Estado. Ese año hubo 6.600 asesinados. Hasta hoy ha sido el año más violento.
José Ruiz vio la escena como periodista y como víctima: en el periódico donde trabajaba retrató la violencia de esos grupos, las masacres, los autobuses incendiados y el estira y encoge entre las autoridades que estaban dispuestas a todo para repeler a las maras, que a su vez, optaban por enfrentar a la ley. Luego, estuvo en la escena, asediado por esa violencia y no teniendo más remedio que huir como otros muchos de sus compatriotas.
"Yo realmente pensaba alejarme un poco del periodismo de investigación, pero como la cuestión periodística uno la lleva por dentro, decidí investigar la desaparición de muchos jovencitos que no llegaban ni a los 18 años", dijo Ruiz, en una entrevista con la Voz de América.
Esta investigación la comenzaría ya no como periodista de prensa escrita, sino como emprendedor de su propio proyecto: un canal de televisión de señal cerrada establecido en Aguilares, uno de los distritos más peligrosos de San Salvador, prácticamente tomado por la pandilla Barrio 18.
Volviéndose imposible continuar el proyecto con seguridad, José decidió empacar lo necesario e irse en 2015 hacia España
Según la agencia para los refugiados de la ONU, ACNUR, el número de personas que salieron del país centroamericano en busca de refugio o asilo pasó de 46.000 en 2015 a 81.000 en 2016.
En esos años, las pandillas salvadoreñas habían hecho del homicidio su forma de sometimiento. Quienes no pagaran una cuota monetaria conocida como "la renta" o "el impuesto del terror", eran asesinados. El proyecto del joven periodista no estuvo exento de la extorsión de la pandilla. Entonces, lo abandonó.
“Esa es la situación más dolorosa a la que te enfrentas, cuando sales del país porque dejé mi trabajo, un trabajo que había costado muchísimo, un proyecto al que le había apostado mucho; dejé la familia y empecé de cero. Estando fuera, la única ilusión que tienes es ponerte a salvo”, agregó.
Según ACNUR, un “refugiado” es una persona que huye de su país por motivos que ponen en riesgo su vida o su integridad. Debido a las condiciones en las que se encuentran, estas se ven forzadas a abandonar su país de origen y buscar protección en otro Estado.
Hasta mayo de 2024, la agencia registraba 120 millones de refugiados en el mundo, un aumento de 8,8 millones respecto a 2022.
“A mí me pasaba que yo allá [en El Salvador] era periodista, aquí no eres nadie. Eres uno más que engrosa la lista de solicitantes de refugio. Ya no influyes en la sociedad a través de tu trabajo y comienzas a depender de lo que pueda resolver una persona. Tu seguridad está en las manos de un funcionario”, agregó Ruiz.
Sintió perder su identidad al señalar que su país de origen no protegió sus derechos. Dejó su trabajo y a su familia, dejó pendiente su proceso de graduación universitaria y su carrera como periodista.
En España, ha logrado establecerse por su afición a la cocina, y porque eventualmente ha trabajado en periódicos comunitarios en Vallecas, un municipio español perteneciente a la provincia de Madrid.
Óscar Chacón, director ejecutivo de la red Alianza Américas, dijo a la VOA que actualmente hay muchos proyectos que ayudan a reconocer, celebrar y fortalecer la identidad de cada grupo especifico al que pertenece una persona refugiada.
Según ACNUR, la cifra de personas refugiadas en Europa varía dependiendo de los momentos de agitación en los países de origen de los solicitantes, y disminuyen cuando se encuentran soluciones.
El número de personas solicitantes de asilo o refugio fuera de El Salvador ha aumentado cada año. Según ACNUR, en 2023, unas 250.000 personas buscaron salir del país centroamericano. Entre estos, 68.000 obtuvieron estatus de refugiado en otros países.
Refugio en México
Aunque la inseguridad es una de las principales razones por las que salen los salvadoreños en busca de refugio, también hay otras causas. Antes del 2021, Bertha María Deleón era una abogada reconocida en El Salvador y miembro del equipo legal del presidente Nayib Bukele.
Pero luego de entrar en la política y confrontar en redes sociales con el mandatario, Deleón tuvo que huir a México, país donde vive como refugiado desde 2021.
Deleón era no solo abogada, sino también una férrea defensora de derechos humanos, con casos muy mediáticos publicados en las primeras planas de los medios.
Uno de los hechos que puso punto y final a su relación con Bukele fue la toma armada del Congreso liderada por el mandatario en febrero de 2020. Esto provocó que la periodista apuntara su voz crítica contra el político. Deleón salió del país en 2021, no sin antes ser notificada de cinco casos penales en su contra.
Al hablar de lo que perdió, enumera: "la mitad de la vida. El tiempo con los hijos, la familia y los amigos que se quedan. El tiempo con nuestras mascotas que amamos y que son importantes para nuestra vida. La carrera que me costó construir, tantas cosas", dijo a la VOA.
En febrero de 2022, Deleón logró obtener refugio en México, el segundo país, después de Estados Unidos, al que aplican más salvadoreños en busca de refugio. En 2023, 18.996 salvadoreños solicitaron refugio en ese país. Entre enero y abril del 2024, la Comisión Mexicana de Apoyo al Refugiado (COMAR) suma 2.296 solicitudes.
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