Los cambios llegan lentamente en Cuba, aún cuando comiencen desde arriba. A pesar de las expectativas de reforma cuando Raúl Castro llegó a la presidencia el año pasado y algunos signos de atenuación, la isla nación sigue siendo una economía centralizada, fuertemente controlada bajo un régimen comunista que suprime la libertad de expresión y otras libertades civiles.
El gobierno de Castro ha extendido su autoridad sobre Internet, como lo ha hecho con los diarios, la radio y la televisión. Restringe el acceso a computadoras y a suscripciones de Internet, manteniendo precios altos y bloqueando sitios Web que el gobierno considera críticos o indeseables. Funcionarios y leales al gobierno monitorean los blogs, para ver si hay signos de disenso y para colocar comentarios apoyando al régimen y atacando a sus críticos.
Esas acciones tuvieron un giro desagradable este mes cuando tres prominentes periodistas cubanos de Internet, fueron atacados por agentes de seguridad del gobierno, uniformados. En su camino a cubrir una marcha pacífica en el centro de La Habana, Yoani Sánchez, Orlando Luis Pardo y Claudia Cadelo, fueron obligados a ascender a automóviles sin matrícula y llevados durante veinte minutos, tiempo en el cual la señorita Sánchez fue golpeada. Irónicamente, el propósito de la marcha, organizada por jóvenes músicos, era protestar contra la violencia. El trabajo de la señorita Sánchez informando sobre las condiciones en Cuba, ha sido reconocido en todo el mundo.
El presidente Barack Obama proclamó el 9 de noviembre como el Día Mundial de la Libertad, y es justamente este tipo de represión y de violencia contra voces de la libertad y reconciliación, lo que su proclamación busca exponer.
Estados Unidos deplora fuertemente el ataque, y exhorta al gobierno de Cuba a que asegure el total respecto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos sus ciudadanos.
