En su objetivo por avanzar en las negociaciones de un programa de asistencia financiera con el Fondo Monetario Internacional (FMI), una comitiva del gobierno de El Salvador sostendrá, esta semana en Washington DC, un encuentro con representantes de la institución financiera.
El grupo, encabezado por el ministro de Hacienda de El Salvador, Alejandro Zelaya, según lo publicado por el periódico Infobae, no solo deberá buscar que el FMI reconsideré otorgar al país centroamericano un financiamiento de unos 1.300 millones de dólares; también presentará un informe al organismo sobre cómo se usó el dinero otorgado por éste a El Salvador para hacer frente a la pandemia.
El último encuentro que el FMI mantuvo con una delegación salvadoreña para discutir un programa con el gobierno de ese país fue en abril de este año y desde entonces según la institución, se le han hecho ciertos requerimientos a la actual administración.
Gerry Rice, portavoz del FMI dijo a los medios a finales de la semana pasada que ha habido “progresos” en las negociones y que El Salvador “requerirá una cierta recalibración de las políticas necesarias para asegurar un crecimiento inclusivo, sostenibilidad fiscal y estabilidad financiera".
Algunas de esos ajustes fueron citados por Infobae, que afirma les fueron revelados por funcionario salvadoreños y algunos miembros de organismos multilaterales que conocen de cerca las negociaciones entre el FMI y El Salvador. El medio también señaló que un vocero del organismo financiero les confirmó el encuentro.
El Fondo requiere que el país presente un presupuesto balanceado para 2022, algo que ya fue ejecutado por el Ministerio de Hacienda, según explicó el gobierno del país en días pasados.
Además, El Salvador debe asumir ciertos “compromisos de buena gobernanza democrática”.
Así mismo la administración de Nayib Bukele tiene que rendir cuentas de cómo fueron usados los fondos de un paquete de ayuda de emergencia por la pandemia por valor de 389 millones de dólares que el organismo aprobó para El Salvador.
Otro tema que para el FMI, según ha mencionado en repetidas ocasiones, es de suma preocupación tiene relación con la seguridad jurídica del país y la posibilidad de que enfrente “problemas macroeconómicos, financieros y legales” luego de la adopción de bitcóin como moneda de curso legal.
Sobre este tema ni el presidente Bukele ni su ministro de Hacienda han dicho nada aún; sin embargo, este último aseguró recientemente a medios locales que el acuerdo seguía avanzando.
“Las negociaciones están como lo dije, maduras, la parte fiscal está terminada y solo hay algunas redacciones que revisan los departamentos del Fondo”, explicó entonces.
Relación ambivalente con EE. UU.
Simultáneamente a conocerse la noticia de las negociaciones con el FMI también salen a la luz declaraciones de la encargada de negocios de la embajada de Estados unidos en El Salvador, Jean Manes, sobre que el gobierno de El Salvador movió el manejo del programa de visas temporales de trabajo del Ministerio de trabajo hacia el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Según la funcionaria estadounidense el programa “no funcionó” bajo la dirección del actual ministro de trabajo Rolando Castro.
Castro, quien desde hace meses mantiene un enfrentamiento en las redes sociales con la encargada de negocios, luego de ser señalado en la lista Engel como actor corrupto, reaccionó culpando a los miembros del programa de visas de trabajo de pedir dinero a cambio de los documentos.
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