Arrestan en Afganistán a dos empleados de la Comisión Nacional Electoral y a otras dos personas que trabajaban con transferencias económicas acusados de fraude en las elecciones parlamentarias de septiembre.
El subprocurador general informó de que estos arrestos suponen un fuerte contratiempo para l promesa del presidente Hamid Karzai por contener la corrupción en su gobierno.
El presidente de la Comisión, Fazil Ahmad Manwee, dijo en una rueda de prensa en Kabul que los largamente retrasados resultados aún no han sido determinados en la volátil provincia de Ghazni, donde la mayoría de los centros de votación fueron cerrados debido a la inseguridad.
Estados Unidos y la misión de la ONU en Afganistán dieron su acogida a los resultados. Una declaración de la embajada estadounidense citó fraude e irregularidades pero indicó que “los funcionarios electorales han trabajado bien para avanzar un proceso creíble”.
La ONU dijo que la formación de un nuevo parlamento será un paso importante en la mejora del gobierno democrático y la capacidad de las instituciones afganas para servir a su población.
La Comisión Electoral Independiente (CEA) y la Comisión Electoral de Quejas tienen la autoridad para investigar denuncias de fraude y conducta irregular, y certificar los resultados, pero el procurador general puede además investigar las actividades consideradas como criminales.
La investigación del procurador –designado por Karzai– ha planteado dudas entre los diplomáticos occidentales de que el presidente o sus consejeros estén contrariados con los resultados de las elecciones y presionen al procurador para demostrar fraude electoral y poner en duda las victorias de determinados candidatos.
"Una persona importante que tiene un papel en este caso todavía no ha sido arrestada", dijo el subprocurador general, Rahmatullah Nazari. "La persona no arrestada es un empleado de la CEA, de alto rango”.
