Los candidatos demócratas a gobernador en Virginia y Nueva Jersey ganaron el martes con un amplio margen sus contiendas y varios alcaldes del partido en grandes ciudades fueron reelegidos en lo que podría ser un mensaje de rechazo al presidente republicano Donald Trump.
Los votantes escogieron sucesores para el gobernador demócrata Terry McAuliffe en Virginia y el republicano Chris Christie en Nueva Jersey, ambos limitados a dos períodos en sus cargos, en disputas consideradas como un primer referendo sobre la presidencia de Trump.
En Virginia, un estado que no siempre se inclina por el mismo partido, el vicegobernador Ralph Northam, un pediatra demócrata, derrotó al republicano Ed Gillespie.
Trump grabó llamadas para ayudar a impulsar a Gillespie en el tramo final de la campaña. En una llamada, Trump dijo que Gillespie compartía su punto de vista sobre inmigración y delincuencia y que ayudaría a "Hacer que Estados Unidos Vuelva a ser Grande" (lema de su campaña presidencial). Trump también dijo que Northam sería un "desastre total" para Virginia.
Pero el triunfo de Northam, 53,9% contra 45% de Gillespie, fue más contundente de lo que se se había pronosticado.
“Los virginianos han respondido y han hablado", dijo Northam en su discurso de victoria. "Virginia nos ha dicho que pongamos fin a la división, que no perdonemos el odio y la intolerancia y que pongamos fin a las políticas que han dividido a este país. Quiero hacerles saber que en Virginia se requerirá un médico para sanar nuestras diferencias para traer unidad a nuestro pueblo y estoy aquí para decirles que el doctor está aquí”.
En Nueva Jersey, el favorito Phil Murphy, también demócrata, se impuso a la vicegobernadora republicana Kim Guadagno y en su discurso insistió en los mismos temas.
"Esta noche declaramos que los días de división han terminado. Avanzaremos juntos. Así es cómo somos en New Jersey. Todos nos respaldamos entre sí. Creer en cada uno de nosotros es creer en todos nosotros”, dijo Murphy.
Las apuestas eran altas porque los dos partidos querían ganar impulso para las elecciones legislativas de medio período del año próximo.
Los demócratas no han ganado ninguna de las elecciones extraordinarias al Congreso este año y el próximo gobernador de Virginia tendrá un gran poder de decisión sobre la próxima ronda de definición de los distritos en el estado, cuando se trazan las líneas distritales para elegir congresistas.
Los republicanos, por su parte, querían un espaldarazo en un momento de conflicto interno en su partido entre Trump y varios congresistas republicanos influyentes.
Alcaldes de grandes ciudades
El demócrata Bill de Blasio obtuvo un segundo mandato en la ciudad de Nueva York, derrotando con facilidad a la legisladora republicana Nicole Malliotakis y a varios candidatos de otros partidos.
En Boston, el alcalde Marty Walsh, también demócrata, ganó un segundo mandato de cuatro años venciendo al concejal Tito Jackson tras una discreta campaña.
Otra victoria importante para los demócratas fue la del alcalde de Detroit, Mike Duggan, quien fue reelegido para otros cuatro años derrotando al senador estatal Coleman Young II, hijo del primer alcalde negro de la ciudad. Duggan fue gerente nombrado por el estado en la histórica bancarrota de Detroit.
Dos concejales de Atlanta, Keisha Lance Bottoms y Mary Norwood, fueron las más votadas en la contienda por la alcaldía entre casi una docena de candidatos, y disputarán una segunda vuelta el 5 de diciembre. La ganadora sucederá al alcalde Kasim Reed en una ciudad que limita los mandatos.
En Seattle, la ex fiscal federal Jenny Durkan abrió una amplia ventaja al inicio de la campaña por la alcaldía. Los votantes elegían entre Durkan y el planificador urbano Cary Moon para sustituir al exalcalde Ed Murray, quien renunció este año entre acusaciones de abuso sexual. El conteo de votos en una elección realizada solo por correo continuará en los próximos días.
Charlotte, Carolina del Norte, elegía a su sexto alcalde desde 2009. La alcaldesa interina Vi Lyles, demócrata, derrotó al concejal republicano Kenny Sith.
Los votantes de Maine dijeron que querían unirse a otros 31 estados que ampliaron Medicaid amparándose en la Ley de Cuidado de Salud Asequible.
Si bien la política local y los problemas pesaron en las mentes de los votantes, algunos también fueron impulsados por el resentimiento persistente de la pérdida de Hillary Clinton o aún emocionados por la victoria de Trump.
"Si pudiera deshacerme de Trump, estaría aún más feliz. Nunca he visto nuestro estado tan miserable y nunca he visto a nuestro país tan miserable", dijo John Holpp, de 88 años, quien dijo que votó por Murphy en Nueva Jersey porque "desea deshacerse de" Christie, quien tiene un mandato limitado.
Guadagno, que prometía reducir los impuestos a la propiedad y poner fin a las llamadas ciudades santuario, intentó distanciarse de Trump y Christie, pero fue un desafío ya que ella era su principal representante.
En la zona rural de Virginia, Edward McKellar, de 36 años, dijo que la mejora de la economía lo llevó a votar por un boleto republicano directo.
"Me gusta la dirección que sigue nuestro país en este momento", dijo McKellar, gerente de operaciones de una empresa industrial. "La economía es buena. Es más fuerte que nunca antes. Hay trabajo. Los ahorros y las inversiones son buenos ".
En Utah, el republlicano John Curtis, un fervoroso partidario del presidente Donald Trump, fue electo para ocupar el escaño del representante John Chaffetz en la Cámara de Representantes de la nación.