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Elección presidencial de Uruguay se encamina a segunda vuelta; reforma de pensiones rechazada


El candidato presidencial Álvaro Delgado se dirige a sus partidarios junto a su compañera de fórmula, Valeria Ripoll, y el candidato presidencial Andrés Ojeda, luego de conocerse los resultados tras las elecciones, en Montevideo, Uruguay, el 27 de octubre de 2024.
El candidato presidencial Álvaro Delgado se dirige a sus partidarios junto a su compañera de fórmula, Valeria Ripoll, y el candidato presidencial Andrés Ojeda, luego de conocerse los resultados tras las elecciones, en Montevideo, Uruguay, el 27 de octubre de 2024.

El candidato de centro izquierda Yamandú Orsi y el candidato del partido gobernante de centro derecha, Álvaro Delgado, dijeron a una multitud de seguidores que lo vitoreaban después de la medianoche que se enfrentarán en una segunda vuelta electoral el 24 de noviembre.

Los resultados oficiales de las elecciones en Uruguay mostraron que el candidato presidencial de centro izquierda Yamandú Orsi quedó ligeramente por delante de su rival conservador Álvaro Delgado, pero se necesita una segunda vuelta el próximo mes para elegir un nuevo presidente.

Orsi había obtenido el 39 % de los votos, según el recuento oficial del domingo, seguido por el 30,56 % de Delgado.

Dado que ningún candidato presidencial obtuvo más del 50 % de los votos el domingo, se realizará una segunda vuelta el 24 de noviembre.

El candidato presidencial del Frente Amplio, Yamandú Orsi, habla tras conocerse el resultado de las elecciones generales del domingo, 27 de octubre de 2024, en Montevideo, Uruguay.
El candidato presidencial del Frente Amplio, Yamandú Orsi, habla tras conocerse el resultado de las elecciones generales del domingo, 27 de octubre de 2024, en Montevideo, Uruguay.

Detrás de Orsi y Delgado quedó el joven conservador Andrés Ojeda, del Partido Colorado, experto en redes sociales, que aseguró el 18 % de apoyo según los primeros resultados. Ojeda ha prometido apoyar a Delgado para bloquear una victoria de la izquierda si finalmente es eliminado en la primera vuelta.

La campaña presidencial de Uruguay entre dos candidatos centristas va en contra de una tendencia latinoamericana de marcadas divisiones de derecha-izquierda, con una superposición significativa entre las principales coaliciones conservadoras y liberales que quita algo de fuerza al resultado.

La nación de 3,4 millones de habitantes, conocida por sus playas, la marihuana legalizada y la estabilidad, también votó por miembros del parlamento.

Los dos plebiscitos vinculantes que se votaron el domingo fueron rechazados por la ciudadanía: uno sobre una reforma de las pensiones que reduciría la edad de jubilación en cinco años a 60 y otro que aumentaría los poderes de la policía para luchar contra el crimen relacionado con las drogas.

Los uruguayos rechazaron la reforma de las pensiones que implicaría unos 22.500 millones de dólares, según mostraron dos encuestas en boca de urna el domingo, lo que apaciguó los temores de los inversores y los políticos de que pudiera dañar la economía.

Según las encuestadoras locales Cifra y Equipos Consultores, el 61 % de los votantes elegibles rechazó la propuesta, frente al 39 % que votó a favor.

El referéndum de seguridad también fracasó, según Equipos Consultores, al asegurar que obtuvieron menos del 40 % de apoyo.

El domingo, cuando cerraron los centros de votación, cientos de simpatizantes del Frente Amplio en Montevideo, la capital del país, donde históricamente los habitantes han apoyado a la centroizquierda, se congregaron en un escenario con vista a la costanera de la ciudad para esperar los resultados.

"Somos el partido que más creció en esta elección", dijo Orsi dirigiéndose a la multitud. "En estos próximos 27 días vamos a dar el último empujón, con más ganas que nunca".

Sin embargo, Miguel Angel Chirivao, de 71 años, que había emitido su voto por el Frente Amplio, dijo que será difícil que la izquierda se recupere después del resultado del domingo, que fue más ajustado de lo esperado: "Ellos tuvieron un resultado peor de lo que esperábamos, eso será difícil de revertir", dijo decepcionado con el resultado.

En Treinta y Tres, una región rural del este de Uruguay que tradicionalmente ha votado por los conservadores, Ramón Silveira, un trabajador agrícola de 60 años que votó por Delgado, dijo: "Quiero que continúe la tendencia de los últimos cinco años".

Si bien la seguridad era un área en la que la coalición gobernante podría mejorar, Silveira confiaba en que con más tiempo en el gobierno, las tasas de criminalidad disminuirían.

Los uruguayos también votaron sobre si eliminar las restricciones constitucionales a las redadas policiales nocturnas en domicilios particulares como una forma de combatir el crimen relacionado con las drogas.

A pesar de las crecientes preocupaciones por la seguridad, las encuestas de boca de urna sugirieron que esta propuesta fue rechazada. Ambos referendos requerían mayorías simples para aprobarse.

La coalición conservadora gobernante está luchando por defender su historial de seguridad, pero espera que los éxitos en la economía -con el empleo y los salarios reales ahora en aumento- puedan ser suficientes para convencer a los votantes de elegir la continuidad en lugar del cambio.

"Estoy convencido de que todo el trabajo que hemos hecho y lo que representamos va a resultar bien", dijo Delgado el domingo.

[Con información de Reuters y The Associated Press]

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