El Congreso de El Salvador aprobó, con 81 votos a favor y una abstención, una iniciativa de ley propuesta por el presidente, Nayib Bukele, para suspender de forma temporal y escalonada el cobro del impuesto al valor agregado (IVA) al precio de cada galón de gasolina.
La propuesta, que se suma a las 11 medida anunciadas previamente para hacer frente a la inflación que atraviesa el país, permitirá que la gasolina especial tenga un descuento del 4,75 % del IVA, menos los impuestos que ya tenía exonerados, según un comunicado del gobierno.
El precio diferenciado dependerá de la fluctuación del mercado de hidrocarburos. Así el combustible regular "tendrá un descuento del 5% del IVA, más las otras dos exoneraciones anteriores [...]. Finalmente, el diésel deberá reflejar una reducción de 1,75%", dice el documento.
A través de su cuenta de Twitter, el presidente del Congreso, Ernesto Castro, explicó que con la disposición, los “nuevos precios temporales” estarán disponibles a partir del miércoles 23.
Por su parte el presidente Bukele justificó en su cuenta de Twitter que la medida fue tomada debido a que “la inflación mundial continúa imparable” y con el objetivo de “mantener los precios reducidos”.
Como consecuencia del alto precio internacional de petróleo, el Ministerio de Economía anunció que a partir del martes los combustibles subirán entre 32 y 43 centavos de dólar a nivel nacional.
La semana anterior, la Asamblea Legislativa del país aprobó la suspensión de otros dos impuestos al combustible.
Según el gobierno de El Salvador, el conflicto entre Rusia y Ucrania afecta el precio del petróleo, la electricidad, el gas natural, el gas propano y de los fertilizantes y, derivado de ello, el precio de ciertos alimentos.
Sin embargo, expertos internacionales y miembros de la oposición, como Napoleón Campos, del partido de centroderecha Nuestro Tiempo, han advertido que las cadenas de suministros del país “no están siendo afectadas” por el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Campos aseguró a la Voz de América que el problema del país “no es un problema de escasez, es un problema de precios” y que la medida más viable en este momento es suspender “toda la canasta de impuestos que recae sobre la canasta de combustibles refinados”.
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