El euro se desplomaba el martes hasta un mínimo de dos décadas, ya que el último aumento de los precios del gas en Europa elevaba la preocupación por la recesión, mientras que el dólar no podía frenar el repunte del rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense.
Muchas divisas se veían sometidas a presión. La caída del 1% del euro EUR=EBS lo empujaba a su mayor debilidad desde finales de 2002. El yen JPY=EBS volvía a acercarse a mínimos de 24 años, mientras que la corona noruega restaba un 1,2% por la huelga de los trabajadores del sector del gas.
Derek Halpenny, de MUFG, dijo que los riesgos de que Europa vuelva a caer en una recesión parecen estar aumentando tras otro gran salto del 17% en los precios del gas natural tanto en Europa como en Reino Unido.
"Seguirá siendo muy difícil que el euro se recupere de forma significativa, ya que el panorama energético está empeorando y los riesgos para el crecimiento económico están aumentando notablemente", dijo Halpenny.
La fuerte liquidación también llevaba al euro a su nivel más bajo frente al franco suizo EURCHF= desde que el Banco Nacional Suizo abandonó su tope monetario en 2015. También cedía ante la libra esterlina, que tiene sus propias preocupaciones económicas y políticas que afrontar en este momento.
Ni siquiera el dólar australiano lograba ganar terreno pese a que durante la noche se produjo la primera subida consecutiva de las tasas de interés del país en 50 puntos básicos, consolidando el incremento más rápido de los tipos desde 1994.
El dólar australiano AUD=D3 bajaba un 1%, a 0,6787 dólares, tras tocar los 0,6895 dólares a primera hora del día. En lo que va de año acumula una caída cercana al 7%.
La fortaleza del dólar, por su parte, llevaba de nuevo al yen JPY=EBS a su cota más reducida en 24 años. En su última cotización operaba a 135,79 unidades por dólar.
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