Después de 22 años ganándose la vida como vendedor del diario La Prensa, Silvio Gutiérrez López volvió a respirar tranquilo cuando hace dos semanas el gobierno de Nicaragua ordenó a la Dirección General de Aduanas devolver el material retenido al rotativo por más de un año.
En su humilde vivienda en un barrio de Managua cuelgan ejemplares del periódico y otros suplementos de lectura que oferta a sus clientes, para sostener a su familia.
Gutiérrez cuenta que, durante los días de mayor crisis y reducción de tiraje del diario tuvo que hacer frente a sus necesidades con trabajos adicionales como limpiar y pintar casas. Ahora celebra que puede volver a vender el periódico de manera ambulante y además atender a la clientela que diariamente pasa por su casa para comprar un ejemplar.
“Después de tanto tiempo de venir luchando que me dan 70 o 80 periódicos, tener que venir con 40, venir con 30 por la escasez de papel, hoy en día me siento contento, porque les digo tráiganme 80, tráiganme 100, todo se está normalizando”, expresó el vendedor a la Voz de América.
Pero en la redacción central del periódico la celebración es agridulce, y aunque el lunes La Prensa aumentó el número de sus páginas, de ocho a 16, sus propietarios aseguran que el daño por la retención de materia prima dejó gravemente afectado al medio de comunicación.
Jaime Chamorro, presidente de La Prensa, dijo a la VOA que continúan analizando las afectaciones para encontrar un punto de equilibrio ante las pérdidas económicas y la reducción significativa de su personal.
La falta de papel e insumos llevó a La Prensa a reducir su tirada de 36 a ocho páginas y a despedir a casi 300 de sus empleados. De los 100 periodistas, editores y fotógrafos, continuaban trabajando esta semana 40 personas.
“No queremos ir a ciegas. Todo se está estudiando, los costos, las rutas, el paginaje, los anuncios que podamos captar. Todos los departamentos están estudiando sus partes. Ya se aumentaron las páginas, pero no hay una definición todavía”, dijo Chamorro.
“Con esta situación nosotros bajamos los costos hasta el mínimo, y aun así no creo que vamos a tener utilidades, no podemos volver a engordar. No creo que vamos a ganar mucho, tal vez no perder tanto, o no perder”, es la esperanza de Chamorro ante la crisis que atravesó el periódico más importante de Nicaragua por la retención de su material.
En tanto, el jefe de redacción del periódico, Eduardo Enríquez, manifestó que la intención es fortalecer el medio para continuar informando, aunque por el momento no se ha recontratado a los periodistas despedidos y se está trabajando en la reconstrucción de las rutas de comercialización del diario.
“El objetivo de Editorial La Prensa, diario La Prensa y el Periódico Hoy es volver a levantarse con fuerza para informar a los nicaragüenses. En eso estamos ahora, en el proceso. Nos debilitaron muchísimo”, dijo el jefe de prensa.
El gobierno nunca explicó las razones para la retención del material de La Prensa en las bodegas de la Dirección General de Aduanas, una medida aplicada también contra el rotativo El Nuevo Diario, que se vio obligado a cerrar definitivamente en septiembre de 2019 tras casi 40 años de trabajo.
En una reacción a toda esta situación, el diputado sandinista Wilfredo Navarro acusó a los dueños del medio de cometer un fraude fiscal, argumentando que esa es la razón por la cual se retuvo el material del periódico.
"Se les han hecho auditorías y muchos de esos materiales y equipos ellos los están usando no para los fines de los periódicos sino para hacer negocios en sus imprentas y sus editoriales”, dijo en defensa de la medida del gobierno.
Fundado hace 93 años por la familia Chamorro, La Prensa fue un diario crítico del dictador Anastasio Somoza. Uno de sus directores, el periodista Pedro Joaquín Chamorro, fue asesinado en 1978 por presuntos sicarios del régimen.
El periódico también cuestionó a los sandinistas que derrocaron a Somoza, y gobernaron entre los años 1979 a 1990 y retomaron el poder en 2007 con el actual presidente Daniel Ortega, hoy de 74 años, a la cabeza.
Actualmente el diario La Prensa tiene en su poder todos los insumos y materia prima que había sido retenidos por el gobierno.