Para la Fiscalía de Guatemala, el Movimiento Semilla —partido con el que obtuvo la presidencia Bernardo Arévalo— aún tiene cuentas pendientes con la ley: un caso de supuestas firmas falsas utilizadas hace cuatro años para constituir la agrupación política.
Debido a un amparo provisional dado por la Corte de Constitucionalidad, la Fiscalía no pudo suspender a Semilla, que se hallaba dentro de la contienda electoral. Pero hoy, tras el fin de las elecciones, el escenario es diferente y podría volverse adverso, según expertos.
La Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI) —a cargo de Rafael Curruchiche, funcionario incluido en el listado Engel del Departamento de Estado, herramienta para contrarrestar la corrupción en Centroamérica— ya emprendió las primeras acciones tras la segunda vuelta electoral.
La institución envió ocho solicitudes de información al Tribunal Supremo Electoral (TSE) como parte de los casos abiertos en el marco de las elecciones en Guatemala.
Entre la información solicitada se halla el listado de los 125.000 integrantes de las Juntas Receptoras de Votos (JRV), de los revisores y los digitadores, que parte de ellos participan en las audiencias actuales de escrutinio de votos.
Asimismo, le ha pedido al Congreso de Guatemala que proceda con la suspensión del partido Semilla tras las votaciones de segunda vuelta. Semilla logró 23 de 160 escaños en las pasadas elecciones.
Amenaza a la democracia
Para la exfiscal general de Guatemala, Thelma Aldana, esas acciones tienen el propósito de criminalizar el proceso electoral y de evitar que el presidente electo tome posesión de su cargo. "No es lo mismo que se criminalice a una persona a que se quiera criminalizar el proceso electoral. (...) Cualquier intento para no permitir que el presidente electo tome posesión es un golpe de Estado", dijo a la Voz de América.
El 20 de agosto, Guatemala cerró su segunda vuelta electoral entre Sandra Torres, candidata de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) y quien por tercera vez buscaba llegar a la presidencia de ese país, y Arévalo, candidato del partido Semilla. Los resultados preliminares dieron el triunfo a Arévalo, con el 58 % de los votos válidos. Pero el proceso de escrutinio de votos aún no ha concluido.
Según el exjefe de la FECI, Juan Francisco Sandoval, exiliado desde hace un año en Estados Unidos, el triunfo de Arévalo se ve amenazado.
“El Ministerio Público, lejos de ser una institución que cumple con el precepto del artículo 251 constitucional de velar por el estricto cumplimiento de las leyes, es la institución que más provoca la ruptura de la legalidad y que amenaza no solo al movimiento Semilla sino los pilares fundamentales de la democracia”, dijo el juez a la VOA.
Pero Sandoval no sólo señala a la Fiscalía, sino también al gobierno de Alejandro Giammattei, quien un día después de las elecciones puso en duda ante los medios locales sobre quién será la persona que recibirá el poder el próximo 14 de enero: "Este gobierno entregará el poder el 14 de enero (...) Si en caso contrario hubiera algún peligro nosotros le haríamos la entrega al Congreso y nos retiramos del cargo a la espera de que el Congreso juramente al próximo presidente o presidenta", dijo.
Unas declaraciones que para Sandoval provocan "incertidumbre", pues primero reconoce el triunfo y "luego se desdice".
¿Cómo empezó el caso contra Semilla?
Para muchos fue una sorpresa que Semilla entrara en la contienda de segunda vuelta, pues el partido no figuraba entre los primeros cinco con mayor preferencia de voto. Sin embargo, tras pasar a segunda vuelta, la Fiscalía emprendió las primeras acciones.
El mismo día que el TSE oficializó los resultados de la primera vuelta del 25 de junio, la Fiscalía anunció la cancelación de la personería jurídica del partido Semilla por supuestamente haber usado firmas falsas para registrar el partido hace cuatro años. El hecho levantó protestas dentro y fuera del país, pues amenazaba las elecciones de segunda vuelta.
“Después de la primera vuelta, vimos surgir una serie de acciones que buscaron resquebrajar la credibilidad del proceso, atacar la autoridad electoral (…) Perseguir la formación de un partido político en un momento en donde ese partido ya tiene cuatro años de existencia, es decir los hechos que se alegan ocurrieron hace más de cuatro años y se activaban precisamente después del resultado de primera vuelta electoral”, dijo a la VOA el analista político y líder social, Goyo Saavedra.
Para Estados Unidos, la Unión Europea y la Organización de los Estados Americanos (OEA) el tema se convirtió en una preocupación por la amenaza a la segunda vuelta electoral en ese país.
Desde Washington, el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, dijo estar "muy preocupado" por los intentos de suspensión de uno de los partidos en contienda. "Estas acciones ponen en riesgo la legitimidad del proceso electoral en el centro de la democracia guatemalteca".
Mientras que la Misión de Observadores Electorales de la Organización de Estados Americanos (OEA) dijo que había un “abuso de los instrumentos legales por parte de actores insatisfechos con los resultados”, la cual marcaba incertidumbre en las elecciones.
Esas condenas y la disposición de la Corte de Constitucionalidad (CC) de otorgarle un amparo provisional a Semilla para que no fuese cancelado hicieron que el movimiento continuara en el proceso.
Pero hoy, al dar por cerrada la contienda por parte del TSE, Semilla deja de tener amparo provisional, es decir inmunidad para ser cancelado. En tanto, Arévalo mantiene inmunidad porque aún es diputado del Congreso, a menos que el Ministerio Público solicite un antejuicio para procesar próximamente al presidente electo.
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