El gobierno del presidente Donald Trump planea enviar a 800 efectivos militares o más para reforzar la seguridad en la frontera con México
Según Reuters, el Departamento de Seguridad Nacional pidió al Pentágono que envíe fuerzas a la frontera, una solicitud preliminar que podría requerir el despliegue de entre 800 y 1.000 soldados, dijeron dos funcionarios que hablaron bajo condición de anonimato.
Se espera que el secretario de Defensa, Jim Mattis, firme una orden y despliegue a los efectivos a la frontera, para que apoyen a las fuerzas de la Guardia Nacional que ya están ahí, informó el jueves un funcionario de EE.UU.
El hecho ocurre en momentos en los que Trump ha llamado la atención sobre la caravana de migrantes centroamericanos que lentamente atraviesan el sur de México a pie.
“Aquellos en la caravana, den la vuelta”, tuiteó Trump el jueves. “No permitiremos a gente entrar a Estados Unidos ilegalmente. Regresen a su país y, si quieren, ¡soliciten la ciudadanía como lo hacen millones más!”.
Trump, quien ha afirmado sin fundamentos aparentes que entre la caravana había “personas del Medio Oriente”, tuiteó la mañana del jueves que “¡las leyes inspiradas en los demócratas nos complican detener a la gente en la frontera!” y dijo que utilizará al ejército para lo que llamó una “Emergencia Nacional”.
Las fuerzas adicionales proveerán lo que un funcionario llamó apoyo logístico a la Patrulla Fronteriza, con vehículos, carpas y equipo.
El funcionario habló bajo condición de anonimato porque el plan aún no estaba definido en su totalidad ni se había anunciado formalmente, señaló The Associated Press.
No es inusual que la Guardia Nacional ayude con la seguridad fronteriza. Aunque las fuerzas en servicio a veces son enviadas para emergencias nacionales como huracanes o inundaciones, rara vez son desplegadas en la frontera sur.
Los temores de militarizar la frontera se incrementaron por un incidente en mayo de 1997, cuando un Marine en una misión antinarcótica mató de un disparo a un joven de 18 años que pastoreaba cabras en Redford, Texas.
En la situación actual, los efectivos en servicio no estarán en misiones de seguridad que involucren armas que puedan ocasionar un incidente similar.
CNN informó "por primera vez sobre los planes de Mattis para firmar órdenes de despliegue, y dijo que probablemente ayudarían con las cercas y otros problemas técnicos en los posibles puntos de cruce de la frontera, y que proporcionarían tiendas de campaña y atención médica para la aplicación de la ley allí" y que "las tropas tendrán derecho a defenderse, pero no participarán directamente en la detención de la inmigración ilegal".
Unos 2.000 efectivos de la Guardia Nacional ya se encuentran en la frontera, de acuerdo con disposiciones anteriores del Pentágono.
De aprobar Mattis, como se espera, los 800 efectivos adicionales, sería en respuesta a la petición del Departamento de Seguridad Nacional, que dirige a la Patrulla Fronteriza, dijo un funcionario estadounidense.
Uno de los funcionarios afirmó que el Ejército está analizando la petición, que podría implicar el despliegue de soldados para asistir en logística e infraestructura. Aclaró que las tropas desplegadas en la frontera no estarían involucradas en actividades para garantizar el "cumplimiento de la ley", algo prohibido por una ley federal que data de la década de 1870.
Esa ley restringe el uso del Ejército y de otras ramas militares para la aplicación de la ley civil en territorio estadounidense, a menos que el Congreso lo autorice específicamente. Sin embargo, los soldados pueden prestar servicios de apoyo a la policía como han hecho en otras ocasiones desde la década de 1980.
Algunos estatutos específicos autorizan al presidente a desplegar tropas dentro de Estados Unidos para controlar disturbios o para labores de ayuda tras desastres naturales.
Trump adoptó una línea dura contra la inmigración -legal e ilegal- desde que asumió la presidencia el año pasado. El lunes dijo que alertó a la Patrulla Fronteriza y al Ejército de que la caravana de migrantes, un grupo de entre 7.000 y 10.000 centroamericanos que huye de la violencia, la pobreza y la corrupción, es una "Emergencia Nacional".
Trump y sus correligionarios republicanos están intentando convertir la caravana y la inmigración en un gran tema antes de las elecciones legislativas del 6 de noviembre, en las que buscan mantener el control de la Cámara de Representantes y del Senado.
Este no es un territorio nuevo para Trump, que prometió antes de la elección presidencial de 2016 construir un muro a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México. No obstante, el financiamiento de esta destacada promesa de campaña está teniendo una lenta materialización, a pesar de que su partido controla el Congreso y la Casa Blanca.
En abril, frustrado por la falta de progreso en el muro, Trump ordenó a la Guardia Nacional que ayudara a asegurar la frontera en cuatro estados del suroeste. En la actualidad, hay 2.100 agentes de este cuerpo a lo largo de las fronteras de Texas, Nuevo México, Arizona y California.
A principios de este año, Trump ordenó que se desplegaran miembros de la Guardia Nacional en la frontera entre México y Estados Unidos como respuesta a un incremento en el número de cruces ilegales. Sin embargo, esos miembros permanecen bajo control de los gobernadores estatales en donde están basados y sus actividades se limitan a tareas de apoyo, como ofrecer vigilancia.
Con información de Reuters y AP.