El presidente de EE.UU., Donald Trump, conversó por teléfono con su homólogo egipcio, Abdelfatah al Sisi, sobre cómo "profundizar" la relación bilateral en general y la lucha antiterrorista en particular, y ambos acordaron que se reunirán pronto en Washington.
Al Sisi fue el primer dirigente internacional con el que Trump habló tras su victoria en las elecciones presidenciales de noviembre, y también ha sido uno de los primeros en conversar con él tras su llegada al poder, lo que revela la importancia que la nueva Administración otorga a la relación con Egipto.
En su diálogo, Trump y Al Sisi "conversaron sobre formas de profundizar la relación bilateral y apoyar la lucha de Egipto contra los terroristas, e impulsar el histórico programa de reformas económicas de Egipto", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, en su primera conferencia de prensa diaria.
"El presidente Trump subrayó que Estados Unidos sigue rotundamente comprometido con la relación bilateral, que ha ayudado a los dos países a superar retos en la región durante décadas", agregó.
El nuevo líder estadounidense se comprometió a continuar proporcionando "ayuda militar" a Egipto y a ajustar esa asistencia "de la forma más eficaz posible" a "la lucha contra el terrorismo del Ejército egipcio", según el portavoz.
Ese interés puede tener algo que ver con el énfasis de Trump en la lucha contra el Estado Islámico (EI), en la que ve a Egipto como un socio clave, pero también revela una sintonía personal con Al Sisi, a quien ha alabado por haber "tomado el control" del país tras el golpe contra el presidente islamista Mohamed Mursi en 2013.