La secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton dijo este jueves que la violencia en Siria es "simplemente inaudita", culpó al presidente Bashar al Assad de incrementar la represión y agregó que éste debe abandonar el país.
Clinton hizo las declaraciones en la ciudad de Estambul, donde se reunió con cancilleres y enviados de 16 países europeos, árabes y de Turquía para analizar la crisis en Siria.
El régimen sirio "ha duplicado su brutalidad, y Siria no será, no puede ser pacífica, estable y ciertamente democrática hasta que se vaya Assad", dijo Clinton.
La afirmación de la secretaria de Estado ocurre después de que la oposición en ese país denunció una nueva masacre cometida por las fuerzas gubernamentales en la que habrían muerto al menos 78 personas, incluidos mujeres y niños.
Menos de dos semanas después de la matanza de más de un centenar de víctimas en Hula, el Consejo Nacional Sirio y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos han denunciado que la nueva masacre tuvo lugar en Al Kubeir, en el centro del país.
En Washington, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, condenó enérgicamente los hechos y los calificó de “afrenta para la dignidad humana”.
Carney dijo que "no hay ninguna justificación posible para el rechazo continuo de este régimen a respetar sus obligaciones en los términos del plan (de paz de Kofi) Annan", enviado especial de la ONU.
Mientras tanto, el canciller de Rusia, Serguei Lavrov, reiteró que Moscú bloqueará cualquier intento en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de autorizar una intervención extranjera en Siria.
A pesar de las denuncias sobre las nuevas muertes de civiles en Siria, el canciller ruso aseveró a la prensa en Kazajistán, adonde viajó acompañando al presidente Vladimir Putin, que "no habrá un mandato (de la ONU) para una intervención exterior en Siria, se los puedo garantizar".
Clinton hizo las declaraciones en la ciudad de Estambul, donde se reunió con cancilleres y enviados de 16 países europeos, árabes y de Turquía para analizar la crisis en Siria.
El régimen sirio "ha duplicado su brutalidad, y Siria no será, no puede ser pacífica, estable y ciertamente democrática hasta que se vaya Assad", dijo Clinton.
La afirmación de la secretaria de Estado ocurre después de que la oposición en ese país denunció una nueva masacre cometida por las fuerzas gubernamentales en la que habrían muerto al menos 78 personas, incluidos mujeres y niños.
Menos de dos semanas después de la matanza de más de un centenar de víctimas en Hula, el Consejo Nacional Sirio y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos han denunciado que la nueva masacre tuvo lugar en Al Kubeir, en el centro del país.
En Washington, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, condenó enérgicamente los hechos y los calificó de “afrenta para la dignidad humana”.
Carney dijo que "no hay ninguna justificación posible para el rechazo continuo de este régimen a respetar sus obligaciones en los términos del plan (de paz de Kofi) Annan", enviado especial de la ONU.
Mientras tanto, el canciller de Rusia, Serguei Lavrov, reiteró que Moscú bloqueará cualquier intento en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de autorizar una intervención extranjera en Siria.
A pesar de las denuncias sobre las nuevas muertes de civiles en Siria, el canciller ruso aseveró a la prensa en Kazajistán, adonde viajó acompañando al presidente Vladimir Putin, que "no habrá un mandato (de la ONU) para una intervención exterior en Siria, se los puedo garantizar".
