El líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, Eric Cantor, dijo que apoya otorgarles la ciudadanía estadounidense a los hijos de los inmigrantes indocumentados que fueron traídos de niños al país.
El cambio de parecer de Cantor, que en 2010 figuró entre los legisladores que rechazaron con su voto el proyecto de ley conocido como Dream Act , da una señal del giro positivo que ha dado en Washington el tema de una reforma inmigratoria, que estuvo trabada durante años.
Precisamente el Dream Act buscaba regularizar el estatus de esos jóvenes, a quienes se les conoce como ´dreamers´ debido al proyecto de ley.
Cantor declaró al programa de televisión Meet the Press, de la cadena NBC, que “el mejor lugar para comenzar con la reforma” es dándoles la ciudadanía a los hijos de indocumentados que llevan años residiendo y estudiando en EE.UU.
Expertos han señalado que los republicanos se exponen a serios reveses electorales de no apoyar una reforma inmigratoria después de que los hispanos, muy involucrados en el tema, mostraron su poder en las urnas en los comicios de noviembre último al apoyar por mayoría la reelección del presidente Obama.
Obama ha hecho de la reforma de inmigración un tema de alta prioridad en su segundo mandato y un grupo bipartidista de legisladores trabaja en la elaboración de un proyecto de ley.
Otro influyente legislador republicano, el senador John McCain, también partidario de la reforma, señaló que respalda que todos los indocumentados, no sólo los niños y jóvenes, puedan hacerse ciudadanos estadounidenses siempre y cuando de forma paralela se refuerce la seguridad fronteriza.
“Hay 11 millones de personas (indocumentadas) viviendo en las sombras. Y creo que merecen salir de ellas”, subrayó el senador.
Sin embargo, Cantor no ha dicho si apoyará que también se regularice el estatus de los indocumentados adultos, aunque la postura asumida por muchos de sus correligionarios como McCain podría obligarlo a tomar igual posición.
El líder republicano puntualizó ante las cámaras que los republicanos quieren asegurarse de mostrar “compasión y sensibilidad” ante la situación apremiante de esos jóvenes, “que no conocen otro lugar como hogar que EE.UU., pero por otro lado somos un país de leyes”, dijo.
El cambio de parecer de Cantor, que en 2010 figuró entre los legisladores que rechazaron con su voto el proyecto de ley conocido como Dream Act , da una señal del giro positivo que ha dado en Washington el tema de una reforma inmigratoria, que estuvo trabada durante años.
Precisamente el Dream Act buscaba regularizar el estatus de esos jóvenes, a quienes se les conoce como ´dreamers´ debido al proyecto de ley.
Cantor declaró al programa de televisión Meet the Press, de la cadena NBC, que “el mejor lugar para comenzar con la reforma” es dándoles la ciudadanía a los hijos de indocumentados que llevan años residiendo y estudiando en EE.UU.
Expertos han señalado que los republicanos se exponen a serios reveses electorales de no apoyar una reforma inmigratoria después de que los hispanos, muy involucrados en el tema, mostraron su poder en las urnas en los comicios de noviembre último al apoyar por mayoría la reelección del presidente Obama.
Obama ha hecho de la reforma de inmigración un tema de alta prioridad en su segundo mandato y un grupo bipartidista de legisladores trabaja en la elaboración de un proyecto de ley.
Otro influyente legislador republicano, el senador John McCain, también partidario de la reforma, señaló que respalda que todos los indocumentados, no sólo los niños y jóvenes, puedan hacerse ciudadanos estadounidenses siempre y cuando de forma paralela se refuerce la seguridad fronteriza.
“Hay 11 millones de personas (indocumentadas) viviendo en las sombras. Y creo que merecen salir de ellas”, subrayó el senador.
Sin embargo, Cantor no ha dicho si apoyará que también se regularice el estatus de los indocumentados adultos, aunque la postura asumida por muchos de sus correligionarios como McCain podría obligarlo a tomar igual posición.
El líder republicano puntualizó ante las cámaras que los republicanos quieren asegurarse de mostrar “compasión y sensibilidad” ante la situación apremiante de esos jóvenes, “que no conocen otro lugar como hogar que EE.UU., pero por otro lado somos un país de leyes”, dijo.