Activistas defensores de los inmigrantes indocumentados montarán un campamento cerca de la Casa Blanca, a fin buscar que el presidente Barack Obama cancele las deportaciones mediante una orden ejecutiva.
Miembros de organizaciones en pro de una reforma inmigratoria dijeron que los manifestantes se apostarán por tiempo indefinido en el lugar luego de las marchas previstas para este sábado en 40 ciudades del país.
César Vargas, de la organización DRM Action Coalition, dijo a la agencia AP que la semana entrante arribará a Washington un grupo de familias de California y que los manifestantes planean recibir cada semana a delegados de diferentes estados.
Según Tania Unzueta, integrante de la Red Nacional Organizadora de Jornaleros, entre sus propósitos está el de conseguir una audiencia con el presidente Barack Obama para que éste escuche la voz de las familias perjudicadas por las deportaciones.
"No nos iremos hasta lograr resultados. Hemos presentado sugerencias como ampliar la suspensión de deportaciones o eliminar el programa Comunidades Seguras y queremos escuchar una respuesta ahora", dijo.
En junio del año pasado, el Senado aprobó un proyecto de ley de inmigración bipartidista, pero la iniciativa se halla desde entonces estancada en la Cámara de Representantes, que se niega a debatirla.
Líderes republicanos del Congreso, entre ellos el presidente de la Cámara, John Boehner, han dicho ver con escepticismo que este año pueda aprobarse una reforma inmigratoria.
Miembros de organizaciones en pro de una reforma inmigratoria dijeron que los manifestantes se apostarán por tiempo indefinido en el lugar luego de las marchas previstas para este sábado en 40 ciudades del país.
César Vargas, de la organización DRM Action Coalition, dijo a la agencia AP que la semana entrante arribará a Washington un grupo de familias de California y que los manifestantes planean recibir cada semana a delegados de diferentes estados.
Según Tania Unzueta, integrante de la Red Nacional Organizadora de Jornaleros, entre sus propósitos está el de conseguir una audiencia con el presidente Barack Obama para que éste escuche la voz de las familias perjudicadas por las deportaciones.
"No nos iremos hasta lograr resultados. Hemos presentado sugerencias como ampliar la suspensión de deportaciones o eliminar el programa Comunidades Seguras y queremos escuchar una respuesta ahora", dijo.
En junio del año pasado, el Senado aprobó un proyecto de ley de inmigración bipartidista, pero la iniciativa se halla desde entonces estancada en la Cámara de Representantes, que se niega a debatirla.
Líderes republicanos del Congreso, entre ellos el presidente de la Cámara, John Boehner, han dicho ver con escepticismo que este año pueda aprobarse una reforma inmigratoria.