La decisión hace una semana de un jurado de que el vigilante George Zimmerman actuó en defensa propia cuando mató al joven negro Trayvon Martin la noche del 26 de febrero de 2012 sigue desencadenando manifestaciones de protesta.
De una parte está la indignada reacción de quienes piensan que en el caso hubo motivaciones raciales y de la otra, la de los que se oponen a la ley denominada Stand your ground.
De acuerdo con la legislación invocada por la defensa de Zimmerman, considerada en el juicio por la muerte de Martin y que está vigente en una treintena de estados, incluido Florida, donde ocurrió el hecho, una persona armada tiene derecho a protegerse y defender su posición (Stand your ground) y enfrentar a otra si tiene dudas razonables de que su vida está amenazada.
El homicidio del joven negro y el veredicto de “no culpable” a favor de Zimmerman han desatado un gran debate nacional sobre las leyes que justifican la utilización de un arma de fuego en defensa propia si “razonablemente se entiende que es necesario hacerlo para evitar la muerte o un grave daño físico”.
Mientras algunos piensan que esta ley en vez de proteger “mina la seguridad pública” porque no hace a la “sociedad más segura”, otros como la poderosa Asociación Nacional del Rifle y una buena proporción de estadounidenses la defienden en base a que creen que le garantiza el derecho a preservar la integridad física al ciudadano que se vea agredido y corra peligro de muerte.
Aunque expertos admiten que es muy difícil que la ley sea anulada y que en todo caso solo sufriría ligeras modificaciones, el veredicto ha despertado de forma paralela la furia de muchos líderes de derechos civiles quienes convocaron para este sábado manifestaciones de protesta en más de 100 ciudades en un “Día nacional de justicia para Trayvon".
Algunos sostienen la hipótesis de que el desenlace de lo ocurrido hubiese sido diferente si Zimmernan, que es blanco y de origen hispano hubiera sido negro y a la inversa, si el joven Martin hubiera tenido la piel blanca.
El asunto dio además un giro político de magnitud aún impredecible después de que el Fiscal General, Erick Holder, anunció que el Departamento de Justicia iba a revisar el caso y evaluaba la posibilidad de presentar cargos federales por violación de derechos civiles contra Zimmerman, y de que el presidente Barack Obama volviese a referirse en público al hecho.
“Cuando dije poco después de que se disparó a Trayvon (Martin) que ese joven podría ser mi hijo, era otra forma de decir que ese joven podía haber sido yo hace 35 años”, declaró sorpresivamente Obama el viernes en rueda de prensa. Las palabras del presidente han dado paso a una avalancha de comentarios, algunos criticándolo y otros secundándolo en los medios de comunicación social.
De una parte está la indignada reacción de quienes piensan que en el caso hubo motivaciones raciales y de la otra, la de los que se oponen a la ley denominada Stand your ground.
De acuerdo con la legislación invocada por la defensa de Zimmerman, considerada en el juicio por la muerte de Martin y que está vigente en una treintena de estados, incluido Florida, donde ocurrió el hecho, una persona armada tiene derecho a protegerse y defender su posición (Stand your ground) y enfrentar a otra si tiene dudas razonables de que su vida está amenazada.
El homicidio del joven negro y el veredicto de “no culpable” a favor de Zimmerman han desatado un gran debate nacional sobre las leyes que justifican la utilización de un arma de fuego en defensa propia si “razonablemente se entiende que es necesario hacerlo para evitar la muerte o un grave daño físico”.
Mientras algunos piensan que esta ley en vez de proteger “mina la seguridad pública” porque no hace a la “sociedad más segura”, otros como la poderosa Asociación Nacional del Rifle y una buena proporción de estadounidenses la defienden en base a que creen que le garantiza el derecho a preservar la integridad física al ciudadano que se vea agredido y corra peligro de muerte.
Aunque expertos admiten que es muy difícil que la ley sea anulada y que en todo caso solo sufriría ligeras modificaciones, el veredicto ha despertado de forma paralela la furia de muchos líderes de derechos civiles quienes convocaron para este sábado manifestaciones de protesta en más de 100 ciudades en un “Día nacional de justicia para Trayvon".
Algunos sostienen la hipótesis de que el desenlace de lo ocurrido hubiese sido diferente si Zimmernan, que es blanco y de origen hispano hubiera sido negro y a la inversa, si el joven Martin hubiera tenido la piel blanca.
El asunto dio además un giro político de magnitud aún impredecible después de que el Fiscal General, Erick Holder, anunció que el Departamento de Justicia iba a revisar el caso y evaluaba la posibilidad de presentar cargos federales por violación de derechos civiles contra Zimmerman, y de que el presidente Barack Obama volviese a referirse en público al hecho.
“Cuando dije poco después de que se disparó a Trayvon (Martin) que ese joven podría ser mi hijo, era otra forma de decir que ese joven podía haber sido yo hace 35 años”, declaró sorpresivamente Obama el viernes en rueda de prensa. Las palabras del presidente han dado paso a una avalancha de comentarios, algunos criticándolo y otros secundándolo en los medios de comunicación social.