El vigilante voluntario acusado de asesinato en segundo grado por la muerte del joven negro Trayvon Martin, compareció por primera vez este jueves ante un juez en Sandford, un suburbio de Orlando, en Florida, tras haberse entregado la víspera a la justicia.
Durante la audiencia, que duró menos de cinco minutos, el magistrado fijo el 29 de mayo como fecha en la que será instruido de cargos George Zimmerman, cuyo abogado al final de la vista pidió al juez sellar algunas actas del caso.
El abogado Mark O´Mara dijo que había decidido no pedir en esta ocasión libertad bajo fianza para su cliente porque esto “sólo podría exacerbar el fervor” que ha rodeado el caso.
La muerte del joven negro desarmado generó protestas de parte de grupos de derechos civiles, indignación entre líderes de la comunidad afroamericana y provocó tensión en todo Estados Unidos por las potenciales connotaciones raciales del hecho.
Zimmerman, de padre estadounidense blanco y madre peruana, alegó haber matado a Martin, de 17 años, en defensa propia después de que éste, presuntamente lo atacó. La familia de Martin sostiene desde que sucedió el incidente el 26 de febrero pasado que Zimmerman fue el agresor.
El vigilante se entregó a la policía el miércoles tras habérsele presentado cargos de asesinato en segundo grado, y aunque la fiscal especial Ángela Corey no detalló las pruebas de la acusación dijo que se había llevado a cabo una profusa investigación.
El abogado de Zimmerman ha dicho que confía en que la comunidad se calme ahora que ya se han presentado cargos contra su cliente y que el caso avanza, pero en la antesala de un juicio que podría ser prolongado algunos temen que la ruidosa cobertura de la prensa pueda contribuir a crispar aún más los ánimos.
La muerte del joven Martin no es el más notorio ni el primer caso que enciende la polémica racial en el país. Muchos recuerdan todavía el famoso juicio de O.J.Simpson, finalmente exonerado en 1995 del asesinato de su ex esposa blanca Nicole Brown y de su amigo Ron Goldman, que acaparó titulares e inflamó las pasiones durante meses.
Años antes, la filmación de una brutal paliza propinada al afroamericano Rodney King y la absolución luego por un jurado compuesto casi completamente por blancos de los cuatro policías vistos en el video, desencadenaron violentos disturbios raciales en Los Angeles en 1992, con saldo de decenas de muertos y cientos de heridos.
En 1980, en Miami, se registraron revueltas similares en las que numerosos comercios fueron saqueados e incendiados y gran cantidad de coches reducidos a cenizas debido a la muerte de un conductor negro a manos de la policía.
Más recientemente, a fines de 2010 también hubo disturbios raciales con actos de vandalismo en Oakland, California, al ser condenado por homicidio involuntario a sólo dos años de cárcel un policía que mató de un disparo a un joven negro, a pesar de una intensa campaña que clamaba porque fuese sentenciado a una pena mayor.
Ahora, los abogados de Trayvon Martin tratarán de demostrar en el juicio que su muerte fue motivada por odio racial, en tanto que la defensa de Zimmerman buscará argumentos para tratar de demostrar que el vigilante disparó en defensa propia.
Este jueves, los padres de Martin se mostraron satisfechos ante las cámaras de televisión de que se cumplieron sus demandas para que Zimmerman fuese arrestado.
Según el abogado del vigilante, su mayor preocupación es que se le haga un juicio justo, porque “hay mucha presión y muchos prejuicios contra él", dijo.
Durante la audiencia, que duró menos de cinco minutos, el magistrado fijo el 29 de mayo como fecha en la que será instruido de cargos George Zimmerman, cuyo abogado al final de la vista pidió al juez sellar algunas actas del caso.
El abogado Mark O´Mara dijo que había decidido no pedir en esta ocasión libertad bajo fianza para su cliente porque esto “sólo podría exacerbar el fervor” que ha rodeado el caso.
La muerte del joven negro desarmado generó protestas de parte de grupos de derechos civiles, indignación entre líderes de la comunidad afroamericana y provocó tensión en todo Estados Unidos por las potenciales connotaciones raciales del hecho.
Zimmerman, de padre estadounidense blanco y madre peruana, alegó haber matado a Martin, de 17 años, en defensa propia después de que éste, presuntamente lo atacó. La familia de Martin sostiene desde que sucedió el incidente el 26 de febrero pasado que Zimmerman fue el agresor.
El vigilante se entregó a la policía el miércoles tras habérsele presentado cargos de asesinato en segundo grado, y aunque la fiscal especial Ángela Corey no detalló las pruebas de la acusación dijo que se había llevado a cabo una profusa investigación.
El abogado de Zimmerman ha dicho que confía en que la comunidad se calme ahora que ya se han presentado cargos contra su cliente y que el caso avanza, pero en la antesala de un juicio que podría ser prolongado algunos temen que la ruidosa cobertura de la prensa pueda contribuir a crispar aún más los ánimos.
La muerte del joven Martin no es el más notorio ni el primer caso que enciende la polémica racial en el país. Muchos recuerdan todavía el famoso juicio de O.J.Simpson, finalmente exonerado en 1995 del asesinato de su ex esposa blanca Nicole Brown y de su amigo Ron Goldman, que acaparó titulares e inflamó las pasiones durante meses.
Años antes, la filmación de una brutal paliza propinada al afroamericano Rodney King y la absolución luego por un jurado compuesto casi completamente por blancos de los cuatro policías vistos en el video, desencadenaron violentos disturbios raciales en Los Angeles en 1992, con saldo de decenas de muertos y cientos de heridos.
En 1980, en Miami, se registraron revueltas similares en las que numerosos comercios fueron saqueados e incendiados y gran cantidad de coches reducidos a cenizas debido a la muerte de un conductor negro a manos de la policía.
Más recientemente, a fines de 2010 también hubo disturbios raciales con actos de vandalismo en Oakland, California, al ser condenado por homicidio involuntario a sólo dos años de cárcel un policía que mató de un disparo a un joven negro, a pesar de una intensa campaña que clamaba porque fuese sentenciado a una pena mayor.
Ahora, los abogados de Trayvon Martin tratarán de demostrar en el juicio que su muerte fue motivada por odio racial, en tanto que la defensa de Zimmerman buscará argumentos para tratar de demostrar que el vigilante disparó en defensa propia.
Este jueves, los padres de Martin se mostraron satisfechos ante las cámaras de televisión de que se cumplieron sus demandas para que Zimmerman fuese arrestado.
Según el abogado del vigilante, su mayor preocupación es que se le haga un juicio justo, porque “hay mucha presión y muchos prejuicios contra él", dijo.