Al menos 15 personas murieron por el paso de la tormenta de invierno que afectó todo el noreste de Estados Unidos y Canadá.
Cinco víctimas mortales fueron reportadas en Massachusetts, Nueva York y Nueva Hampshire, pero las autoridades federales advierten que la cifra de decesos pudiera aumentar después de culminar las labores de recuperación.
En Connecticut se reportaron cinco fallecimientos. Un hombre pereció mientras paleaba la nieve que había cubierto su auto en Connecticut, y en Boston los bomberos no pudieron resucitar a un niño de 11 años asfixiado con monóxido de carbono. Otros fallecidos corresponden a accidentes de tránsito.
Cuatro de los decesos se presentaron en Canada.
Sólo en la parte central de Connecticut se reportó la caída de más de tres pies de nieve y ráfagas de más de 130 kilómetros por hora cerca de Wesport. Áreas del suroeste de Massachusetts, Rhode Island y New Hampshire también han quedado cubiertas por una alfombra gélida y blanca de hasta dos pies de grosor.
Por el alza de las mareas en Massachusetts, las autoridades ordenaron la evacuación obligatoria de los residentes en la zona de Salisbury Beach.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, dijo que la ciudad se había salvado de “lo peor” al recibir apenas un pie de nieve, pero pidió a los choferes mantenerse alejados por el momento de las calles y carreteras por las condiciones adversas que aún prevalecen en cuanto al tráfico.
Las aerolíneas han cancelado alrededor de cinco mil vuelos y el servicio de trenes fue suspendido tanto en Nueva York como en Boston, después de que el Servicio Nacional de Meteorología advirtió que el tránsito en la zona podía considerarse arriesgado.
Los gobernadores de los estados de Nueva York, Massachusetts, Rhode Island, Connecticut y Maine mantienen el estado de emergencia a causa de la intensa nevada.
Según meteorólogos, la tormenta podría igualar o superar a la que en 1978 sepultó bajo más de dos pies de nieve a la ciudad de Boston y mantuvo paralizada durante días la región de Nueva Inglaterra.
Las autoridades señalaron que lo peor de la tormenta "ya pasó", sin embargo se mantiene la alerta en Colorado y zonas aledañas. Siguen rescates.