Una temporada de huracanes mucho más activa de lo normal y tormentas más potentes en el Atlántico, es el pronóstico nada alentador emitido este jueves por el Centro de Predicciones del Clima de la Agencia Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA).
De acuerdo con lo previsto para la temporada ciclónica del 2013 en el Atlántico, que comienza el 1ro. de junio, hay 70 por ciento de probabilidades de que se formen entre 13 y 20 tormentas con vientos superiores a los 62 kilómetros por hora.
De esas, según el centro, de siete a 11 podrían llegar a convertirse en huracanes con vientos superiores a los 118 kilómetros por hora, y de tres a seis alcanzarían categoría 3, 4 o 5 (la máxima) con vientos por encima de los 178 kilómetros por hora.
Esa cantidad de tormentas casi duplica la que como promedio se forman cada temporada, alrededor de una docena, de las que sólo seis llegan a ser huracanes y tres suelen ser potentes.
Kathryn Sullivan, directora en funciones de la NOAA, dijo que al igual que sucedió durante el devastador huracán Sandy el año pasado es importante recordar que el impacto de estas tormentas no se limita a la costa sino que suelen ir acompañadas a distancia de fuertes vientos, lluvias torrenciales, inundaciones y tornados.
Entre los factores climáticos causantes de que la próxima temporada ciclónica sea más activa de lo normal se señalan fuertes monzones en la costa occidental de África, donde se originan todos los huracanes del Atlántico.
También temperaturas por encima de lo habitual en la zona tropical océanica y en el Mar Caribe, así como que no se espera este año el desarrollo de El Niño, fenómeno meteorológico cíclico que dificulta la formación de huracanes en el Atlántico.
De acuerdo con lo previsto para la temporada ciclónica del 2013 en el Atlántico, que comienza el 1ro. de junio, hay 70 por ciento de probabilidades de que se formen entre 13 y 20 tormentas con vientos superiores a los 62 kilómetros por hora.
De esas, según el centro, de siete a 11 podrían llegar a convertirse en huracanes con vientos superiores a los 118 kilómetros por hora, y de tres a seis alcanzarían categoría 3, 4 o 5 (la máxima) con vientos por encima de los 178 kilómetros por hora.
Esa cantidad de tormentas casi duplica la que como promedio se forman cada temporada, alrededor de una docena, de las que sólo seis llegan a ser huracanes y tres suelen ser potentes.
Kathryn Sullivan, directora en funciones de la NOAA, dijo que al igual que sucedió durante el devastador huracán Sandy el año pasado es importante recordar que el impacto de estas tormentas no se limita a la costa sino que suelen ir acompañadas a distancia de fuertes vientos, lluvias torrenciales, inundaciones y tornados.
Entre los factores climáticos causantes de que la próxima temporada ciclónica sea más activa de lo normal se señalan fuertes monzones en la costa occidental de África, donde se originan todos los huracanes del Atlántico.
También temperaturas por encima de lo habitual en la zona tropical océanica y en el Mar Caribe, así como que no se espera este año el desarrollo de El Niño, fenómeno meteorológico cíclico que dificulta la formación de huracanes en el Atlántico.