Un hacker apresado y que se declaró culpable en 2011 quedó oficialmente en libertad tras haber colaborado ampliamente con el FBI, según dispuso una corte este martes en Nueva York.
Hector Xavier Monsegur, conocido en el mundo de la web como Sabu, guardó siete meses en prisión pero ya estaba en libertad en espera de sentencia.
La jueza federal Loretta Preska escuchó el pedido de clemencia de la fiscalía y le acreditó una “extraordinaria cooperación” por haber impedido o prevenido al menos 300 ataques cibernéticos.
Según documentos judiciales, esos ataques estaban dirigidos contra varias dependencias del gobierno federal, el Congreso, los militares, la NASA, el acueducto de una ciudad y varias firmas privadas.
“Las pérdidas prevenidas por la ayuda de Monsegur son difíciles de cuantificar pero un estimado conservador las situaría en el orden de los millones de dólares”, dijo James Pastore, fiscal federal adjunto para el distrito del sur de Nueva York.
Incluso más, agregó, “proporcionó información sobre las vulnerabilidades actuales y previsibles en (instalaciones de) infraestructura crucial”.
Monsegur también contribuyó a identificar y a que se juzgara a ocho de sus asociados, incluido Jeremy Hammond, quien en el momento de ser arrestado en 2012 era el delincuente cibernético número uno buscado por el FBI.
Hector Xavier Monsegur, conocido en el mundo de la web como Sabu, guardó siete meses en prisión pero ya estaba en libertad en espera de sentencia.
La jueza federal Loretta Preska escuchó el pedido de clemencia de la fiscalía y le acreditó una “extraordinaria cooperación” por haber impedido o prevenido al menos 300 ataques cibernéticos.
Según documentos judiciales, esos ataques estaban dirigidos contra varias dependencias del gobierno federal, el Congreso, los militares, la NASA, el acueducto de una ciudad y varias firmas privadas.
“Las pérdidas prevenidas por la ayuda de Monsegur son difíciles de cuantificar pero un estimado conservador las situaría en el orden de los millones de dólares”, dijo James Pastore, fiscal federal adjunto para el distrito del sur de Nueva York.
Incluso más, agregó, “proporcionó información sobre las vulnerabilidades actuales y previsibles en (instalaciones de) infraestructura crucial”.
Monsegur también contribuyó a identificar y a que se juzgara a ocho de sus asociados, incluido Jeremy Hammond, quien en el momento de ser arrestado en 2012 era el delincuente cibernético número uno buscado por el FBI.
