Por primera vez en más de 50 años un buque mercante zarpó con un cargamento desde el puerto de Miami, en Estados Unidos, con destino a La Habana.
Leonardo Sánchez Adega, portavoz de International Port Corporation (IPC), la empresa a cargo del envío, confirmó que el carguero Ana Cecilia había partido rumbo a la capital cubana, según la agencia EFE.
Sánchez dijo que la compañía no había recibido quejas respecto a la travesía, excepto una formulada por la congresista cubanoamericana Ileana Ros-Lehtinen.
El vocero indicó que la presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes envió una carta a la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro para que no se les diera permiso “pero a nosotros nunca nos enviaron copia" dijo.
Según Sánchez, "parece ahora que quiere impedir que regresemos a Miami a la vuelta, porque al parecer hay una ley que dice que una embarcación que haya salido de EE.UU. a Cuba no puede volver antes de 180 días".
Dijo que en el cargamento no va ningún artículo comercial y que los clientes de IPC son grupos religiosos, organizaciones no gubernamentales y asociaciones caritativas que están autorizados a enviar cargamentos humanitarios a Cuba, al igual que individuos que envían paquetes a familiares y amigos.
Tambien señaló que la intención de la empresa es poder hacer los viajes semanales, aunque ahora planean regresar de la isla de inmediato. “Tenemos todos los permisos e incluso hemos ensayado con los guardacostas estadounidenses para entrar y salir de aguas de ambos países", indicó.
IPC estuvo cerca de año y medio haciendo los trámites pertinentes con el Departamento de Comercio de EE.UU. y con la OFAC a fin de obtener las licencias para el viaje.
Desde que EE.UU impuso a Cuba el embargo comercial en 1962 no ha existido una conexión marítima entre los dos países, sólo posible ahora después de que el presidente Barack Obama suavizó en dos oportunidades las restricciones de viajes y envíos de remesas a la isla, primero en 2009 y luego en 2011.
Leonardo Sánchez Adega, portavoz de International Port Corporation (IPC), la empresa a cargo del envío, confirmó que el carguero Ana Cecilia había partido rumbo a la capital cubana, según la agencia EFE.
Sánchez dijo que la compañía no había recibido quejas respecto a la travesía, excepto una formulada por la congresista cubanoamericana Ileana Ros-Lehtinen.
El vocero indicó que la presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes envió una carta a la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro para que no se les diera permiso “pero a nosotros nunca nos enviaron copia" dijo.
Según Sánchez, "parece ahora que quiere impedir que regresemos a Miami a la vuelta, porque al parecer hay una ley que dice que una embarcación que haya salido de EE.UU. a Cuba no puede volver antes de 180 días".
Dijo que en el cargamento no va ningún artículo comercial y que los clientes de IPC son grupos religiosos, organizaciones no gubernamentales y asociaciones caritativas que están autorizados a enviar cargamentos humanitarios a Cuba, al igual que individuos que envían paquetes a familiares y amigos.
Tambien señaló que la intención de la empresa es poder hacer los viajes semanales, aunque ahora planean regresar de la isla de inmediato. “Tenemos todos los permisos e incluso hemos ensayado con los guardacostas estadounidenses para entrar y salir de aguas de ambos países", indicó.
IPC estuvo cerca de año y medio haciendo los trámites pertinentes con el Departamento de Comercio de EE.UU. y con la OFAC a fin de obtener las licencias para el viaje.
Desde que EE.UU impuso a Cuba el embargo comercial en 1962 no ha existido una conexión marítima entre los dos países, sólo posible ahora después de que el presidente Barack Obama suavizó en dos oportunidades las restricciones de viajes y envíos de remesas a la isla, primero en 2009 y luego en 2011.