Miles de manifestantes salieron el miércoles a las calles de múltiples ciudades de Estados Unidos para demandar un conteo completo de los votos de la elección presidencial, mientras grupos más pequeños de partidarios del presidente Donald Trump protestaron en el exterior de centros de conteo de votos en Michigan y Arizona.
La policía en Nueva York arrestó a decenas de personas el miércoles por la noche después de manifestaciones pacíficas. Las autoridades dijeron que un pequeño grupo de personas “trató de sabotear” la protesta prendiendo fuegos y chocando con la policía.
Manifestantes también marcharon en Chicago, Los Ángeles, Seattle, Houston, Pittsburgh, Minneapolis y San Diego. Además de pedir el conteo de los votos, los manifestantes denunciaron la desigualdad racial, el de numerosas protestas en Estados Unidos este año.
En el estado de Oregón, en el Pacífico, la gobernadora Kate Brown activó a la Guardia Nacional mientras la policía de Portland declaró disturbios durante una protesta e hizo arrestos.
En Oregón, un disturbio es definido como seis o más personas enfrascadas en “conducta tumultuosa y violenta” que crea “un grave riesgo de causar una alarma pública”. La ciudad ha sido escenario de protestas casi diarias contra la injusticia racial y no es raro que la policía haga declaraciones de disturbios.
Simpatizantes de Trump demandaron frente a un centro de conteo de votos en Detroit, Michigan que suspendieran sus actividades. Otros en una protesta posterior en Phoenix, Arizona, entonaron “Paren el robo”.
Las distintas manifestaciones tuvieron lugar en medio de la incertidumbre sobre el resultado de la elección del martes, mientras el presidente ha hecho declaraciones no sustanciadas de fraude electoral y los republicanos han presentado múltiples demandas judiciales.
