El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, aceptó este miércoles la nominación del Partido Republicano de cara a las elecciones del próximo 3 de noviembre asegurando que el país necesita "cuatro años más" del presidente Donald Trump en la Casa Blanca.
"Con gratitud por la confianza que el presidente Trump ha depositado en mí, el apoyo del Partido Republicano y la gracia de Dios, humildemente acepto su nominación para postularme -y ejercer- como vicepresidente de Estados Unidos”, declaró Pence desde el histórico Fort McHenry, en el estado de Maryland, escenario de una batalla crucial durante la Guerra de Independencia.
El exgobernador de Indiana defendió la gestión del mandatario durante sus casi cuatro años de mandato, tanto a la hora de gestionar la pandemia de la COVID-19 -y la consecuente crisis económica- como en materia de política internacional.
Visite un especial completo sobre las elecciones 2020 en EE.UU.
En la misma línea de lo visto en la Convención Republicana hasta el momento, y ante una audiencia de decenas de personas que no usaban mascarilla y apenas respetaban las distancias, Pence quiso además presentar una imagen de Trump diferente a la que tienen muchos votantes.
“Los estadounidenses ven al presidente Trump de muchas maneras diferentes, pero no cabe duda de cómo el presidente Trump ve a Estados Unidos. Ve a Estados Unidos como es, una nación que ha hecho más bien en este mundo que muchas otras. Una nación que merece más gratitud que quejas”, sostuvo.
La tercera velada de la Convención Nacional Republicana había echado a rodar con menciones al pasado del país, "con sus fallos", y a la amenaza "comunista" que representaría un gobierno demócrata liderado por el exvicepresidente Joe Biden.
"Si los demócratas se salen con la suya, le mantendrían encerrado en su casa hasta que se volviera dependiente del Gobierno para todo. Eso me suena mucho como la China comunista; a lo mejor es por eso que Joe Biden es tan blando con ellos", dijo la senadora por Tennessee Marsh Blackburn.
Por su parte, la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, recordó que "se tardaron 244 años en construir esta gran nación, con sus fallos y todo", pero advirtió en que todo podría perderse "en una pequeña fracción de ese tiempo" en caso de que la oposición se alce con la victoria en los comicios del 3 de noviembre.
En ese mismo sentido se expresó Pence, quien criticó a la oposición porque, en su opinión, se "pasaron cuatro días atacando a Estados Unidos" durante la Convención Demócrata, celebrada la semana pasada, y atacó a su candidato, Joe Biden, por dejarse arrastrar por el ala más liberal de su partido.
El propio Biden reaccionó poco después del evento asegurando, vía Twitter, que el contraste entre ambas convenciones -y consecuentemente entre ambos partidos- "no pudo ser más clara".
"Podemos elegir cuatro años más de miedo, división y odio. O podemos elegir un camino diferente, uno con esperanza, unidad y luz. Superemos juntos esta era de oscuridad", tuiteó.
Un presidente atípico
Pence reconoció que Trump "hace las cosas a su manera, en sus propios términos" y que sus formas han hecho que las cosas sean "interesantes", pero defendió encarecidamente los resultados de su gestión.
“A pesar de la implacable oposición y obstrucción de la ciénaga de Washington, hemos creado la mayor economía del mundo. ¡Hicimos a Estados Unidos grande de nuevo!”, afirmó.
El republicano abordó la crisis sanitaria y económica generada por la pandemia, y alabó algunas medidas de la administración, como el elevado número de pruebas diagnósticas realizadas, la producción de respiradores o el cierre de las fronteras con China,
"El presidente tomó acciones sin precedentes y suspendió todos los viajes desde China, una de las principales potencias económicas, salvando innumerables vidas estadounidenses", dijo el vicepresidente, quien en ningún momento mencionó la cifra de muertos por la COVID-19 en Estados Unidos: 179.708, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
Pence se mostró optimista con el rumbo económico del país, a pesar del impacto de la pandemia, pero advirtió: “Para traer a Estados Unidos completamente de vuelta, necesitamos cuatro años más del presidente Trump en la Casa Blanca”.
Asimismo, resaltó los principales logros de la Administración Trump en materia de política exterior, citando su política de mano dura con China e Irán o los éxitos en la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico, pero sin hacer mención alguna a Latinoamérica.
Por último, poco antes de que el propio Trump y la primera dama, Melania Trump, hicieran acto de presencia, Pence pidió el voto aduciendo que el presidente ha pasado los últimos cuatro años "luchando" por los ciudadanos y que "ahora es el momento de luchar por él".
“El 3 de noviembre, pregúntense: ¿En quién confían para reconstruir la economía? ¿En un político de carrera que lideró la recuperación económica más lenta desde la Gran Depresión o en un demostrado líder que creó la mayor economía del mundo?", concluyó.