La organización defensora de los derechos humanos, Freedom House, advierte que la decisión de Venezuela de retirarse de la Organización de los Estados Americanos (OEA), "se agrega a los peligros para los venezolanos".
En un comunicado, el director de los programas de Latinoamérica en Freedom House, Carlos Pace, califica la decisión como "un paso sin precedentes" entre los miembros de la OEA, y señala que con ella el gobierno del presidente Nicolás Maduro "ya ni siquiera pretende aceptar los principios democráticos y servir a los intereses del país".
"Los estados miembro de la OEA, como vecinos de Venezuela, tienen el derecho y además la obligación de insistir que el país respete los derechos fundamentales de sus ciudadanos y elija el gobierno de la ley sobre la dictadura", dice Pace.
"Ellos deben exigir que el gobierno (de Venezuela) libere a los prisioneros políticos y permita elecciones libres y justas para que el país retorne a la democracia", señala Pace en el comunicado.
Información sobre la situación venezolana que acompaña el comunicado, destaca que la "OEA ha estado promoviendo un esfuerzo regional para restaurar la democracia en Venezuela después que el gobierno de Maduro ha violado continuamente los derechos humanos, ha encarcelado a críticos y figuras de oposición, ha eliminado la separación de poderes y ha gobernado ilegalmente mediante decreto".
La nota recuerda que Maduro sostiene que "la OEA está interfiriendo en los asuntos internos del país" y que esa afirmación es rechazada por la organización.
Freedom House ha otorgado al secretario general de la OEA, Luis Almagro, su Premio a la Libertad (Freedom Award).
En el Informe de Freedom House sobre la Libertad en el Mundo 2017, Venezuela fue calificada como "no libre"; en 2016, fue calificada como "no libre" en libertad de prensa y "parcialmente libre" en libertad en el internet.