El gobierno de Francia ha advertido que usará su derecho a veto si en las negociaciones entre las dos potencias económicas se incluyen la cultura y las empresas culturales.
"Francia se opondrá a la apertura de negociaciones sobre libre comercio con Estados Unidos si las industrias culturales no quedan excluidas", dijo el primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault.
El borrador del TLC se presentará el viernes ante la Comisión Europea y según ha asegurado la ministra de comercio francés, Nicole Bricq, en una entrevista con Associated Press, los productos audiovisuales siguen sobre la mesa de negociaciones.
El país galo haría uso de su “veto político” si en las negociaciones no se respeta la llamada “excepción cultural”. En Europa, esta medida establece una cuota mínima para programas europeos y limita la importanción de bienes culturales extranjeros con el fin de proteger los productos culturales propios de los países de Europa.
El jefe de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, ha asegurado que no se negociará con EE.UU. sobre cultura. Sin embargo, la eliminación total de la cultura de las negociaciones pedida por Francia ya fue rechazada previamente por el comisario de Comercio de la Unión Europea, Karel De Gucht.
Barroso ha señalado durante una conferencia en la universidad de Boston la relevancia y ventajas para ambas potencias que tendría este acuerdo. Las negociaciones comenzarán en julio y si se llega a cerrar el TLC, las repercusiones en la economía global serían enormes dado que ambas potencias juntas suman gran parte de la economía y el comercio globales.
"Francia se opondrá a la apertura de negociaciones sobre libre comercio con Estados Unidos si las industrias culturales no quedan excluidas", dijo el primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault.
El borrador del TLC se presentará el viernes ante la Comisión Europea y según ha asegurado la ministra de comercio francés, Nicole Bricq, en una entrevista con Associated Press, los productos audiovisuales siguen sobre la mesa de negociaciones.
El país galo haría uso de su “veto político” si en las negociaciones no se respeta la llamada “excepción cultural”. En Europa, esta medida establece una cuota mínima para programas europeos y limita la importanción de bienes culturales extranjeros con el fin de proteger los productos culturales propios de los países de Europa.
El jefe de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, ha asegurado que no se negociará con EE.UU. sobre cultura. Sin embargo, la eliminación total de la cultura de las negociaciones pedida por Francia ya fue rechazada previamente por el comisario de Comercio de la Unión Europea, Karel De Gucht.
Barroso ha señalado durante una conferencia en la universidad de Boston la relevancia y ventajas para ambas potencias que tendría este acuerdo. Las negociaciones comenzarán en julio y si se llega a cerrar el TLC, las repercusiones en la economía global serían enormes dado que ambas potencias juntas suman gran parte de la economía y el comercio globales.
