El asesor de seguridad nacional de Donald Trump y el embajador de Rusia en Estados Unidos presuntamente tuvieron varias conversaciones telefónicas el 29 de diciembre, el mismo día en que el presidente Barack Obama anunció la expulsión de 35 diplomáticos rusos e impuso otras sanciones a Moscú en represalia por los aparentes intentos de interferir en la elección presidencial de Estados Unidos.
Un funcionario de alto rango de la administración Obama dijo el viernes que la Casa Blanca está al tanto de las llamadas y otras frecuentes comunicaciones entre Flynn y el embajador ruso Sergei Kislyak, indica The Associated Press.
El vocero de Trump, Sean Spicer, confirmó este viernes a periodistas la comunicación entre Flynn y el embajador el 28 de diciembre, y dijo que en la misma se discutió un posible encuentro entre Trump y el presidente ruso Vladimir Putin luego de la toma de posesión del presidente electo estadounidense el 20 de enero.
Spicer agregó que Flynn y el embajador Kislyak también intercambiaron saludos navideños en mensajes de texto durante el feriado. No obstante, el vocero de Trump no confirmó sobre qué hablaron Flynn y el embajador ruso el 29 de diciembre.
Las conversaciones entre funcionarios de un nuevo gobierno y representantes de gobiernos extranjeros no son inusuales, pero los múltiples contactos el día que Estados Unidos tomó medidas de represalia generan interrogantes sobre si Flynn y el embajador hablaron de una posible respuesta rusa.
Un día después de las sanciones y de la expulsión de decenas de diplomáticos rusos de Estados Unidos, Putin dijo que no tomaría represalias. Trump, que reiteradamente ha elogiado a Putin, elogió la decisión del mandatario ruso.
Las múltiples llamadas telefónicas entre Flynn y el máximo diplomático ruso fueron reportadas originalmente el jueves por el periodista del Washington Post, David Ignatius, quien sugirió que las llamadas podrían ser una violación a la Ley Logan, una legislación de hace más de 200 años que prohíbe a los ciudadanos estadounidenses tratar de influenciar a gobiernos extranjeros que tienen una disputa con Estados Unidos.
Entretanto, en una serie de tuits el viernes, Donald Trump reiteró su promesa de publicar -dentro de 90 días- un informe sobre el presunto hackeo ruso a las elecciones presidenciales del año pasado, hizo acusaciones en relación a los informes no confirmados sobre información comprometedora sobre su persona y volvió a atacar a Hillary Clinton, su exrival en las elecciones.
Las agencias de inteligencia estadounidenses han dicho que el hackeo ruso interfirió con los resultados de las elecciones, y el presidente electo pareció aceptar esa afirmación el miércoles en una conferencia de prensa. Pero Trump pareció dar marcha atrás el viernes, cuando en un tuit dijo que las conclusiones de la comunidad de inteligencia de Estados Unidos no estan basadas en evidencia de la interferencia cibernética rusa en la elección presidencial.
"Ahora resulta que las falsas alegaciones contra mí fueron reunidas por mis rivales políticos y por un fracasado espía que tiene miedo de ser demandado...", escribió el presidente electo.
Trump también negó enfáticamente en otros dos mensajes de Twitter, los informes no confirmados de que Rusia tiene información personal comprometedora sobre él; y acusó a los que llamó "depravados agentes políticos", "rivales políticos" e "Inteligencia" de inventar y publicar la información.
A principios de semana el portal de noticias digitales BuzzFeed, publicó lo que dijo era un archivo completo de la alegada información, según la cual Trump habría incurrido en una sórdida conducta personal durante una visita a Moscú; y que el gobierno de Rusia había estado "cultivando, apoyando y asistiendo a Trump", desde hace años.
El Director Nacional de Inteligencia de Estados Unidos, James Clapper, dijo el miércoles que él dijo a Trump que la comunidad de inteligencia no creó los documentos sobre las alegaciones no confirmadas.