Es falso que América Latina y el Caribe se encuentren en el “olvido” y el “abandono”, y se les haya mostrado “desdén” por parte de Estados Unidos, como lo señaló el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en una reunión bilateral sostenida con su homólogo estadounidense Joe Biden.
En el discurso pronunciado en el Palacio Nacional el 9 de enero pasado, el jefe de Estado mexicano afirmó que la Alianza para el Progreso creada en 1961 “ha sido lo único importante” en materia de cooperación para el desarrollo del continente americano en más de medio siglo.
“En consecuencia sostengo que es el momento de terminar con ese olvido, ese abandono, ese desdén hacia América Latina y el Caribe, opuesto a la política de la buena vecindad de ese titán de la libertad que fue el presidente Franklin Delano Roosevelt y comenzar con usted, porque no habría otro dirigente que pudiera llevar a cabo esta empresa, comenzar con usted una etapa nueva entre los pueblos y naciones del continente, a partir del respeto y la ayuda mutua”, dijo.
El mensaje oficial completo de la reunión en Youtube cuenta con más de 544.576 vistas, tiene más de 1.500 comentarios y además fue transmitido en distintos medios de comunicación a nivel global.
Especialistas, en entrevistas con la Voz de América, sostienen que Estados Unidos le ha dado gran importancia a Latinoamérica y el Caribe, región a la cual le han brindado recursos y asistencia. En tanto, reportes oficiales confirman diversos fondos otorgados al hemisferio occidental en distintas estrategias, por lo cual el discurso del presidente mexicano es considerado falso.
Aporte de EE. UU. en América Latina y el Caribe
Diversos reportes del Servicio de Investigación del Congreso de Estados Unidos señalan que el gobierno estadounidense ha aportado fondos económicos y planes estratégicos a la región del hemisferio occidental, contrario a lo dicho por el presidente López Obrador.
El informe “Asistencia exterior de EEUU a América Latina y el Caribe: asignaciones para el año fiscal 2023” expresa que “Estados Unidos ha sido durante mucho tiempo un importante contribuyente de asistencia exterior a los países de América Latina y el Caribe. Entre el año fiscal 1946 y el año fiscal 2019, Estados Unidos proporcionó 93.800 millones (194.500 millones en dólares constantes de 2019) de asistencia a la región”.
Agrega que la administración del presidente Joe Biden solicitó más de 2.400 millones de dólares en asistencia extranjera administrada por el Departamento de Estado y la USAID para América Latina y el Caribe, en el año fiscal 2023.
“La administración también solicitó 38 millones de dólares para la Fundación Interamericana (IAF, por sus siglas en inglés), una pequeña agencia independiente de asistencia exterior de EEUU que apoya el desarrollo liderado por la comunidad en la región”.
Otros reportes, como el de “América Latina y el Caribe: panorama general de la política de EE. UU.” destacan que el Congreso estadounidense ha jugado un “papel activo” en la política hacia América Latina y el Caribe, con aportaciones en fondos como los destinados a combatir el COVID-19
Ello coincide con la contesta que dio Biden a López Obrador el 9 de enero en Palacio Nacional, después de que el presidente mexicano le dijo que América Latina y el Caribe quedaron en el “olvido” y el “abandono” por parte de Washington.
Ahí Biden le recordó a López Obrador los recursos con los que ha contribuido en la región: “En los últimos 15 años hemos gastado miles de millones de dólares en este hemisferio, decenas de miles de millones de dólares en el hemisferio. Y nosotros, lo que tenemos que hacer es lo que ustedes han hecho, y los felicito por ello: tenemos que seguir apoyando y construyendo instituciones democráticas en el hemisferio”, dijo.
Y agregó que incluso en el G7 se logró acordar un proyecto multimillonario de infraestructura para el hemisferio occidental, para América Latina y para África.
Especialistas analizan relación entre EE. UU. con América Latina y el Caribe
En entrevista para la VOA, Silvina Romano, Tamara Lajtman y Aníbal García Fernández, especialistas en relaciones de EEUU con América Latina y el Caribe, e integrantes del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) -institución que investiga, estudia y analiza los fenómenos políticos, económicos y sociales de América Latina-, sostienen que el hemisferio occidental forma parte de la esfera de influencia del territorio estadounidense ante la importancia de los términos geopolíticos y económicos.
“Es una región que está siempre en la mira de los intereses públicos y privados de EEUU, pero existen ciclos de mayor presencia y vínculo con la región y momentos en que existe menor intensidad en esa relación”, explicaron a la VOA.
Los especialistas mencionaron que con respecto a la asistencia para el desarrollo en el siglo XXI, América Latina no es la principal región en recibir recursos, dado que la primera es el Oriente Medio, luego el norte de África, después el Centro y Norte de Asia, posteriormente la África Subsahariana y finalmente América Latina y el Caribe.
Un análisis de los investigadores destaca que en el contexto de la guerra en Ucrania, el estado estadounidense ha liberalizado en total poco menos de 51.000 millones de dólares a dicho país, lo cual sería casi dos veces la asistencia para el desarrollo y militar otorgada en el período 2011-2019 (26.181,9 millones de dólares) a América Latina.
“Este tipo de datos puede dar la falsa impresión de que América Latina no es importante, o es olvidada por EEUU. Pero, una mirada más estructural da cuenta de que desde la formación de EEUU como Estado nación, América Latina tiene importancia prioritaria en la disputa por el acceso a recursos naturales estratégicos, mercados y mano de obra, además de albergar puntos geoestratégicos fundamentales”, destacaron los especialistas a la VOA.
Transformación digital, migración y seguridad
Una de las estrategias de apoyo a América Latina y el Caribe por parte de Washington ha sido la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID por sus siglas en inglés).
El gobierno estadounidense sostiene que la USAID ayuda a fomentar el fortalecimiento de los gobiernos y entidades privadas para “combatir el crimen, mejorar la gobernabilidad, abordar el cambio climático y crear un entorno económico en el que el sector privado pueda crecer con puestos de trabajo”.
Estamos dedicados a diseñar y ejecutar programas que fortalezcan la región de ALC en su conjunto y, al mismo tiempo, satisfagan las diversas necesidades a corto y largo plazo de los socios individuales de la región.
Algunos ejemplos que puedes encontrar en el mapa de la USAID, corresponden a apoyo en la agricultura, educación, seguridad, migración y otros temas.
Solo en octubre pasado, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, hizo en Perú el anuncio de otorgar 240 millones de dólares en nueva asistencia humanitaria, bilateral y regional “para satisfacer las necesidades de los refugiados y migrantes del hemisferio, incluso mediante la prestación de servicios de salud, vivienda, educación y asistencia legal”.
El diplomático agregó que dicho apoyo “ayudará a las comunidades de acogida a integrar mejor a las poblaciones de inmigrantes, incluso mediante la financiación de programas que ayuden a los inmigrantes a solicitar el estatus oficial”, así como con asistencia legal.
En octubre de 2022 también se dio a conocer, a través de la embajada y consulados de Estados Unidos en México, el aumento de visas para trabajadores temporales no agrícolas. Especialmente en este anuncio se destacó que “las visas adicionales H-2B incluyen 20.000 visas para trabajadores de Haití y países de Centroamérica como Honduras, Guatemala y El Salvador”.
En materia de transformación digital, Washington otorgó a América Latina y el Caribe apoyo a través de la USAID para impulsar la inclusión digital, de acuerdo con la embajada estadounidense. Dentro del programa “Alianza por la Conectividad Digital y la Ciberseguridad” en 2020 se otorgaron 10 millones de dólares para impulsar inversiones del sector privado de energía y otras infraestructuras incluidas las telecomunicaciones en el hemisferio occidental.
Estados Unidos también ha abogado para crear alianzas que ayuden a regiones en situaciones complejas. Para Haití, como se informó en la VOA, se le buscó ayudar en una fuerza “multinacional” ante los casos de cólera y el azote de las pandillas en aquel país.
Alianza para el Progreso entre EE. UU. y Latinoamérica
El presidente Andrés Manuel López Obrador señaló por otra parte que la Alianza para el Progreso entre Estados Unidos y Latinoamérica habría sido “el único programa importante” de apoyo en la región. Sin embargo, especialistas consultados por la VOA aclaran que la alianza se implementó en el marco de una política “de contención al comunismo y como una estrategia para evitar el efecto dominó que podría implicar la revolución cubana”.
Silvina Romano, Tamara Lajtman y Aníbal García Fernández, dijeron a la VOA en una entrevista electrónica que aunque una parte de la asistencia se centró en aspectos de desarrollo social y económico, por otro lado fue destinada a la policía y fuerzas armadas “articulada con doctrinas de seguridad interna para la lucha contra la “insurgencia””. Esto, según los analistas, está fundamentado en distintos documentos oficiales del gobierno estadounidense.
Por otra parte, destacan que dentro de la Alianza para el Progreso se emitieron préstamos que contribuyeron a una espiral de endeudamiento y dependencia que generó “efectos opuestos a los planteados por la Alianza en el discurso inaugural del presidente John F. Kennedy y en la Carta de Punta del Este, firmada con todos los países de la región, en agosto de 1961”.
“Para finales de la década del ´60, el director del CIAP (Comité Interamericano de la Alianza para el Progreso) afirmaba que la asistencia provista en el marco de la Alianza no constituía “una dádiva” ni eran “prestaciones gratuitas”, destacando que: ‘En sus transacciones con América Latina, en los últimos ocho años, EEUU ha tenido un excedente favorable en su balanza de pagos cercano a los 2.000 millones de dólares’”, detallaron.
Otro de los períodos en los que se otorgó mayores recursos a la región, comentan, fue de 2001-2011, en el marco de la “guerra contra el terrorismo” a nivel global que en América Latina y el Caribe se articuló a la “guerra contra las drogas”.
“Justo en el período de 2001-2011, la asistencia militar fue la más alta desde que se tiene registro, esto fue coincidente con la política militarizada contra las drogas que tuvo como epicentro Colombia y México”, dijeron los especialistas a la VOA. Por lo que no sería tampoco “el único apoyo” provisto para la región por parte de Estados Unidos como lo ha señalado López Obrador.
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