La mayor delegación de senadores de EE.UU. que visita China fue recibida este jueves en Pekín por el vicepresidente de ese país, Xi Jinping, y el jefe de la Asamblea Popular Nacional, Wu Bangguo.
La delegación, compuesta por 10 legisladores, la encabeza el líder de la mayoría demócrata en el Senado en Washington, Harry Reid.
Hasta ahora se han dado pocos detalles sobre la visita aunque cuestiones de interés económico parecen dominar la agenda.
Hong Lei, portavoz de la chancillería china, dijo que las relaciones bilaterales son más importantes que nunca, y subrayó que los lazos económicos no sólo apuntan a un interés común sino que tienen un impacto global.
Además de los asuntos económicos se espera que en las discusiones ambas partes aborden el tema de los derechos humanos, con énfasis en la preocupación de EE.UU. por la represión de disidentes en China.
El vocero chino reconoció que existen diferencias entre Washington y Pekín, aunque no mencionó por su nombre el tema de los derechos humanos.
Sin embargo, indicó que los dos países tienen diferencias históricas y culturales, y están en diferentes etapas de desarrollo, por lo que instó a EE.UU. a fortalecer la comunicación y comprensión respecto a China y a no politizar los asuntos económicos.
El miércoles, los senadores estadounidenses se reunieron con el viceprimer ministro, Wang Qishan, el jefe del Banco Central, Zhou Xiaochun, y también con el embajador de Washington en Pekín, Jon Huntsman, quien a fines de este mes concluye su misión diplomártica en ese país.
Los legisladores tienen previsto visitar proyectos para la generación de energía limpia en Chengdu y Xian.