El gobierno del presidente Donald Trump está rechazando las solicitudes de residencia permanente de algunos jóvenes inmigrantes que quieren vivir en Estados Unidos tras escapar de la violencia de sus países argumentando que exceden la edad límite para el programa al que se quieren acoger.
Un programa federal que permite desde 1990 que jóvenes inmigrantes que han sido abusados, abandonados o que tienen padres negligentes busquen guardianes asignados por la corte y soliciten la residencia permanente para quedarse en Estados Unidos.
Si bien los solicitantes pueden presentar documentos antes de los 21 años, el gobierno de Trump ha dicho que algunos de ellos no son aptos tras cumplir los 18 años, provocando un alud de notificaciones de solicitudes rechazadas el año pasado en Nueva York, Texas y California y haciendo preguntas adicionales a los solicitantes en Nueva Jersey.
Los activistas de inmigración han presentado demandas en Nueva York y California, alegando que cientos de jóvenes inmigrantes podrían verse afectados negativamente por el cambio.
"Este gobierno está arremetiendo literalmente contra algunas de las personas más vulnerables que están buscando ayuda", dijo Mary Tanagho Ross, abogada de apelaciones de la organización defensora de los derecho de inmigrantes Public Counsel, con sede en Los Ángeles.
El gobierno de Trump ha estado de tratando de reforzar la frontera con México y reducir la inmigración mediante una serie de medidas enfocadas en los menores de edad centroamericanos que llegan a la frontera, solos o con familiares. El exsecretario de Justicia Jeff Sessions trató de dificultar el proceso de asilo de jóvenes inmigrantes que escapan de la violencia o solicitantes de violencia doméstica, aunque un juez federal bloqueó algunas directrices que él emitió hace poco sobre estos casos.
Adicionalmente, el gobierno federal se ha estado demorando más en dejar en libertad a niños inmigrantes detenidos en la frontera y entregarlos a sus familiares en el país.
El programa es la mejor opción migratoria para muchos de los miles de jóvenes inmigrantes que llegaron a la frontera. Según la ley estadounidense, ellos pueden solicitar residencia permanente una vez que una corte designada en el estado estadounidense donde viven les asigne un guardián y declare que son aptos para solicitar los beneficios del programa.
Una joven que ahora tiene 22 años, vive en el norte de California y que pidió hablar bajo anonimato por temor a que el gobierno federal tome represalias en su contra por hablar públicamente, abandonó la casa de sus padres mexicanos en la secundaria luego de que su padre la golpeó varias veces.
Ella se quedó en casa de una maestra, quien la ayudó a ir a la universidad comunitaria y la cuidó cuando le diagnosticaron cáncer. Dijo que fue un gran alivio cuando un juez nombró formalmente a su maestra como tutora legal, pero después se enteró de que el gobierno federal no aceptaría la orden judicial que le permitía solicitar residencia permanente. Ella se tiró al suelo y estalló en llanto, recordó.
"No podía creer que iba a tener que tratar de defenderme de nuevo", dijo.
Más de 50.000 jóvenes inmigrantes han obtenido la residencia permanente mediante el programa especial para jóvenes inmigrantes desde 2010. La gran mayoría de solicitudes han sido aprobadas por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración, lo que significa que el programa es una apuesta más segura para muchos menores inmigrantes que buscan refugio en Estados Unidos, en comparación con solicitudes de asilo.