La producción industrial disminuyó en septiembre en Estados Unidos por primera vez desde que oficialmente terminó la recesión hace más de un año, en un nuevo indicio de desaceleración económica.
La Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés) reportó que una débil demanda en el consumo provocó una contracción del 0,2 por ciento en la producción fabril, de minas y la relacionada con los servicios públicos básicos, la primera desde junio del 2009.
También en septiembre, las fábricas experimentaron un desplome del 0,1 por ciento en las operaciones respecto a su capacidad instalada.
Según economistas, estos datos ilustran que el crecimiento económico no ha comenzado a resurgir, lo que podría inclinar a la FED a adoptar nuevas medidas de estímulo monetario en su reunión de noviembre.
La semana pasada el presidente de la FED, Ben Bernanke, dejó entrever que un giro en la política monetaria podría estar a la vista, pero no dio detalles.
Los temas de la economía, incluidos el alto desempleo y la débil recuperación económica, han cobrado especial importancia para los estadounidenses de cara a las elecciones del 2 de noviembre próximo.